FIESTA MINERA DE LA UGT EN LEÓN

Guerra: «El holgazán Rajoy dejó la hamaca y habló de Rodiezmo»

El exvicepresidente ataca al líder del PP por burlarse de Zapatero

Cándido Méndez (izquierda) habla con Guerra, ayer en Rodiezmo.

Cándido Méndez (izquierda) habla con Guerra, ayer en Rodiezmo.

EL PERIÓDICO
MADRID

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En la fiesta minera de la UGT en Rodiezmo (León) se quedaron ayer sin la presencia de José Luis Rodríguez Zapatero, que desde que es presidente del Gobierno no había faltado nunca a la cita.

Pero como dice el refrán, a falta de pan, buenas son tortas, y eso es lo que repartió (verbalmente) otro de los incondicionales de la cita, el exvicepresidente del Ejecutivo, Alfonso Guerra. El ahora diputado y máximo mandatario de la fundación Pablo Iglesias no quisó hurgar más en la herida de Zapatero y dedicó, de hecho, buena parte de su intervención a defenderle de la burla que hizo el sábado el líder del PP, Mariano Rajoy, a cuenta de su ausencia. Rajoy aseguró que, si hubiera sido presidente habría ido a Rodiezmo.

Guerra evidenció que sigue en forma e incidió en la fama de poco trabajador que persigue al presidente del PP. «Rajoy, el insolente, el perezoso, el holgazán, llevaba mucho tiempo sentado en la hamaca y se levantó para decir que vendría a Rodiezmo», ironizó.

«Parece que la derecha ahora está interesada en Rodiezmo. ¿Dónde estaba hace 30 años?», añadió.

El que fuera número dos de Félipe González reprochó que el PP no haya defendido ante la Unión Europea la continuidad de las ayudas al carbón. Y se remitió para ello a la carta enviada por el eurodiputado popular Alejo Vidal-Quadras al presidente de la Comisión Europea, en la que «claramente», dijo, se manifestaba en contra de la continuidad de las subvenciones al sector minero. Ese documento es un «robo a mano armada», aseguró.

CANTO A LA IMPOTENCIA / A la fiesta minera no acudió ningún ministro o dirigente destacado del PSOE, con excepción del presidente asturiano, Vicente Álvarez Areces. El secretario general de la UGT, Cándido Méndez, criticó que Zapatero se haya «abrazado» a la misma fuerza que combatía hasta hace pocos meses, en referencia al giro de la política económica del Gobierno. Méndez tildó ese cambio de «canto a la impotencia y a la resignación».