REACCIÓN A LA PROHIBICIÓN DE LOS TOROS

Un torero ataca la sede de ERC en el Eixample

EFE

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Un militante de las Juventudes de ERC resultó herido leve el miércoles cuando un hombre que dijo ser el torero Enrique Guillén irrumpió en la sede de este partido, en el distrito del Eixample de Barcelona, y le lanzó una silla, según han explicado hoy fuentes del partido independentista. La agresión se produjo poco después de que el Parlament aprobara la prohibición de las corridas de toros en Catalunya. Enrique Guillén ha negado los hechos y ha explicado que acudió al local independentista porque algunos militantes habían insultado a su mujer en la calle.

Según fuentes de ERC, un hombre se presentó ayer por la tarde en la sede que el partido republicano tiene en el barrio de l'Esquerra de l'Eixample, donde se identificó como Enrique Guillén y dijo que su profesión era la de torero. En ese momento, en el interior de la sede había dos miembros de las juventudes del partido, que realizaban tareas de oficina. El agresor les increpó con frases como "me habéis arruinado la vida", en referencia a la prohibición de las corridas. Junto al supuesto torero entraron una mujer, que al parecer era su esposa, y otros dos hombres, que gritaron consignas similares.

Los cuatro pro-taurinos se retiraron pero al poco el torero y otro de los hombres regresaron y empezaron a dar golpes al material de oficina, tiraron folletos del partido por el suelo y una silla por los aires, que hirió levemente a uno de los dos jóvenes en una pierna. Los dos militantes, que fueron atendidos en el Hospital Clínico de Barcelona, así como ERC han presentado hoy sendas denuncias sobre estos hechos.

En un comunicado, el portavoz de Esquerra, Ignasi Llorente, ha lamentado el incidente y ha señalado que "algunas personas han confundido un debate de ética animalista en contra de la tortura y la crueldad como espectáculo con un debate identitario".

"Asesina y fascista"

Por su parte, el torero Enrique Guillén ha negado haber atacado la sede de ERC y ha explicado que un grupo de personas que habían salido del local habían insultado y zarandeado a su mujer, a quien habrían reconocido. Según Guillén, la llamaron "asesina y fascista" y la empujaron al suelo.

 El torero, que ha asegurado que ha denunciado a los que zarandearon a su mujer, ha recalcado que acudió al lugar de los hechos en defensa de su esposa, y que en ningún momento destrozó el mobiliario de la sede. Ha reconocido que pegó "una patada a una mesa" como consecuencia del estado de "crispación" en el que se encontraba.