PRIMERA REUNIÓN DE LOS DOS DIRIGENTES TRAS LA SENTENCIA

Montilla exige «gestos» a Zapatero para paliar la irritación de Catalunya

El 'president' de la Generalitat, José Montilla, y el jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, ayer, durante la entrevista que mantuvieron en el palacio de la Moncloa.

El 'president' de la Generalitat, José Montilla, y el jefe del Ejecutivo central, José Luis Rodríguez Zapatero, ayer, durante la entrevista que mantuvieron en el palacio de la Moncloa.

PILAR SANTOS / MADRID
NEUS TOMÀS / BARCELONA

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Elpresidentde la Generalitat, José Montilla, tuvo ayer la ocasión de explicarle durante dos horas a José Luis Rodríguez Zapatero hasta qué punto la sentencia del Tribunal Constitucional sobre el Estatut ha deteriorado la confianza de los catalanes en las instituciones. Montilla, dijo él mismo después, sintió la «obligación» de trasladar al jefe del Ejecutivo las reflexiones y las demandas expresadas en la manifestación del 10-J, para que la relación entre España y Catalunya pueda prosperar. Porque el Estatut, afirmó, no es solo un asunto de Catalunya, es también «un problema de España». «He reclamado un cambio de actitud», confesó elpresident. O sea, que vuelva el Zapatero del talante que tan bien caía en Catalunya. A diferencia de lo que es habitual en sus visitas a la Moncloa, Montilla quiso comparecer ante la prensa. El jefe del Govern explicó que había reclamado a Zapatero «gestos políticos» para «rehacer los afectos» y reparar el «daño moral» que el Tribunal Constitucional (TC) ha infligido a los catalanes.

Montilla aseguró que no había acudido a Madrid con la intención de pactar una lista de los aspectos recortados que se pueden recomponer con reformas legales ni tampoco con el objetivo de llevarse bajo el brazo un calendario que comprometa al Ejecutivo. Elpresidentse puso como misión explicar a Zapatero que los daños morales que ha ocasionado la sentencia son «más graves» que los recortes mismos, porque afectan a la dignidad de Catalunya. «El riesgo de no entender ni atender las razones de Catalunya no solo sería un portazo a sus legítimas aspiraciones, sino que sería el fracaso de la España inclusiva y abierta», aseguró. Y eso, aunque no la citó en ningún momento, con la campaña electoral de las autonómicas a la vuelta del verano. Montilla considera que Zapatero ha comprendido el «reto» y comparte que para superarlo no puede limitarse a aprobar resoluciones en el Congreso de los Diputados, a modificar dos o tres leyes orgánicas o a ceder más transferencias.

GUIÑOS HECHOS Y EL QUE VENDRÁ / Ahora son necesarios gestos, una de las palabras más repetidas ayer por Montilla, que no quiso concretar si esos guiños políticos se habían acordado entre las dos partes. «Espero que aquellos que los tengan que hacer los hagan», añadió, con un ojo puesto en el calendario electoral.

Fuentes de la Moncloa aseguraron que Zapatero ya ha hecho alguno de esos gestos. El primero lo realizó el jueves pasado, cuando aseguró en el Congreso que no se puede «tapar a la boca a los catalanes que se sienten nación». El segundo fue la reunión de ayer y, el tercero, según esas fuentes, llegará mañana, cuando el presidente del Gobierno viaje a Barcelona para pronunciar una conferencia en Tribuna Barcelona, el foro de opinión de EL PERIÓDICO.

ADVERTENCIA DE LAS ENCUESTAS / Montilla expresó su preocupación a Zapatero en tanto que presidente del Gobierno, pero también como líder del PSOE. Los socialistas catalanes interpretan que el malestar con el Ejecutivo central que constatan todas las encuestas perjudica y mucho las ya de por sí malas expectativas electorales del PSC. Y entienden que, si no se pone remedio, la decepción con el líder del PSOE se acabará llevando por delante a Montilla.

Fuentes del PSC subrayan que elpresidenttodavía aguanta en los sondeos y que, en cambio, Zapatero ha perdido la buena imagen que tenía. Culpan de ello a la crisis y añaden que es especialmente preocupante porque los más afectados por el paro son en su mayoría votantes suyos.

Tras la comparecencia de Montilla, llegó el turno de la vicepresidenta primera, María Teresa Fernández de la Vega, quien se encargó de aportar la visión del Gobierno. La vicepresidenta empezó su intervención asegurando que el Ejecutivo tiene la voluntad de «dar satisfacción a los anhelos de autogobierno» de Catalunya y recordó, como ella misma y el propio Zapatero han dicho estas últimas semanas, que están dispuestos a reconstruir los aspectos recortados por la sentencia.

EL LÍMITE, LA CONSTITUCIÓN / La número dos del Ejecutivo explicó que el siguiente paso será que las dos administraciones se reúnan para hacer la lista de materias que se pueden recuperar –teniendo como límite la Constitución, apuntó– y decidir con qué «herramientas» hacerlo. «A veces ese margen se puede implementar a través de una ley o con un convenio, y a veces es solo una decisión política», añadió. La vicepresidenta habló de desarrollar «prácticamente todo» el texto. Antes, Montilla había reclamado «todo» el Estatut. El Gobierno central cree que la sentencia del alto tribunal deja «mucho margen» y ese espacio se puede llenar de los «gestos» que pide Montilla y que, a juicio de la vicepresidenta, «son buenos para un entendimiento querido, deseado y necesario».

De la Vega midió sus palabras y quiso demostrar que se ha captado el mensaje de Montilla: «Cuando Catalunya u otra comunidad tiene un problema, también lo tiene toda España porque forman parte del mismo proyecto común».