preparativos del pleno de política general en el congreso

El Gobierno reclama otra vez un "gran acuerdo" contra la crisis

José Luis Rodríguez Zapatero saluda al presidente sirio, Bachar el Asad, ayer en la Moncloa.

José Luis Rodríguez Zapatero saluda al presidente sirio, Bachar el Asad, ayer en la Moncloa.

ALBERT OLLÉS / Madrid

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Una de las principales funciones del debate sobre el estado de la nación es la de hacer balance del último año parlamentario. Fiel a ese principio, la convocatoria de este año –cuyo primer acto se celebrará la semana que viene– tendrá como telón de fondo la crisis económica y los planes y reformas del Gobierno para superarla. Y el guión argumental se centrará en los esfuerzos del PSOE para tejer las alianzas que le permitan sumar la mayoría suficiente para aprobar dichos proyectos.

Es tal la evidencia al respecto que, pese a la tradición de guardar en secreto las estrategias hasta el último momento, el Ejecutivo avanzó ayer esas líneas generales en la comunicación que remite formalmente al Congreso unos días antes del debate para explicar los ejes del discurso del presidente. El documento plantea la necesidad de acordar «cuanto antes» la reforma laboral (el trámite de presentación de enmiendas se inicia este mes), la financiera (el Consejo de Ministros puede aprobarla el viernes) y la de las pensiones. Y considera «fundamental» e «imprescindible» un «gran pacto» en los tres casos para reforzar la confianza interna y externa en España.

Se trata del mismo argumento con el que el Ejecutivo planteó los pactos anticrisis de Zurbano, cuyo resultado se quedó lejos del objetivo inicial, y el plan de recorte del gasto público impuesto desde la UE, que salvó con un único voto de diferencia. Y tiene como última estación la aprobación de los presupuestos para el 2011, que ya se está negociando discretamente con el PNV.

PUNTO DE INFLEXIÓN / Según fuentes socialistas, José Luis Rodríguez Zapatero quiere que el debate marque un «punto de inflexión» en esta legislatura. La idea, sostienen, es presentarse en las Cortes con «los deberes hechos», tras haber cumplido el exigente guión marcado por los diferentes organismos económicos internacionales y avalado por Barack Obama, en aras de disipar las dudas sobre la solvencia de la deuda pública española. El líder socialista explicará que el esfuerzo «extraordinario» realizado para paliar las consecuencias de la recesión obligó al Estado a incrementar el gasto público hasta llegar a una situación «insostenible». Lo que le servirá para justificar aún más la necesidad de sellar las tres reformas «de calado» que quedan pendientes para completar el cambio de escenario.

A partir de ahí, Zapatero planteará el inicio de una nueva etapa de recuperación económica –con prudencia y sin anuncios grandilocuentes– a la que pedirá que también se sumen, por el bien común, todos los partidos de la oposición.