Cambios en la Carta Magna

El 15-M desentierra el hacha de guerra

El movimiento anuncia manifestaciones y estudia bloquear el Congreso

Participantes en la asamblea de Madrid levantan las manos, ayer.

Participantes en la asamblea de Madrid levantan las manos, ayer.

MAYKA NAVARRO
MADRID

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El movimiento 15-M celebró anoche una de sus asambleas más redondas. Reinó el orden. Y también las palabras, que se escucharon a la perfección gracias al respetuoso silencio de los asistentes y a un equipo de megafonía que esta vez funcionó de maravillas. Fue en la plaza del Carmen, a pocos metros de la Puerta del Sol, donde unos 400 ciudadanos se sentaron en el suelo. Cerca de un centenar fueron desgranando, algunos con intervenciones brillantes, por qué se debe impedir una reforma de la Constitución que entienden que es «ilegal» y que tendrá consecuencias fatales a largo plazo, aseguran, para el poco bienestar social que queda.

Al cierre de esta edición, la asamblea seguía enredada en el turno de acordar las propuestas. Pero por el tono de las intervenciones de las primeras horas ya se pudo ver por dónde irían los tiros. Si el 15-M demostró en la calle que eran muchos los que estaban en contra de un sistema que aseguraban que no les representaba, «ha llegado el momento ahora», señalaron ayer, de «volver a tomar las plazas y hacerse escuchar».

HUELGA GENERAL / Unos reclamaron acciones concretas. Otros exigieron manifestaciones multitudinarias -la primera se ha convocado para mañana en la Puerta del Sol- y una huelga general. Y hubo quien, entre aplausos, pidió emular a los indignados de Barcelona y bloquear el Congreso -a imagen y semejanza de lo que sucedió a las puertas del Parlament a mediados del pasado junio- para impedir que el día elegido para votar la reforma los diputados puedan acceder a la Cámara baja.

Hubo quienes intentaron explicar en lenguaje convencional lo que implica una reforma constitucional exprés, para la que se exigió un referendo. Otros arrancaron las risas de los asistentes, a pesar del baile de cifras económicas, como el que aseguró que los griegos no hacen el mejor yogurt del mundo. «Hacen las mejores huelgas del mundo», ironizó.

PERDER DERECHOS / El 15-M demostró anoche que sigue vivo más allá del recuerdo de las jornadas de ocupación de la Puerta del Sol. Durante el encuentro se recordó que desde las revueltas francesas de mayo del 68 no se han registrado nuevas movilizaciones. Y que los derechos de ahora son fruto de esas luchas de entonces. «Estamos retrocediendo en derechos. Por eso el 15-M es tan extraordinario -se escuchó-, porque por fin nos hemos movilizado».

Algunos asistentes desprestigiaron la Constitución y recordaron lo poco que se respetan sus artículos. «Derecho a una vivienda digna», se leyó. Y muchas risas, esta vez de rabia, rompieron el silencio.