Gente corriente

«Whitney era la banda sonora de mi vida»

Fan de Whitney Houston. La muerte de la cantante ha llevado a este abogado a revelar una devoción privada.

«Whitney era la banda sonora de mi vida»_MEDIA_3

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GEMMA TRAMULLAS

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¿Cómo afecta la muerte de alguien a quien has admirado, perseguido, querido y adorado a distancia durante 25 años de tu vida? Este abogado de Martorell intenta explicarlo alejándose del friquismo.

-El domingo pasado sus amigos le daban el pésame por la muerte inesperada de Whitney Houston.

-Aquel día me despertó el teléfono. Tenía como ocho llamadas perdidas y 12whatsapp. La gente que me conoce sabe de mi devoción, pero aún así me chocaba oírles decir que lo sentían mucho, como si se me hubiera muerto un pariente directo.

-¿Usted cómo reaccionó?

-Fue como un puñetazo en el hígado. El primer día era incapaz de escuchar una nota suya sin emocionarme. Me ha acompañado desde los 12 años y eso son dos terceras partes de mi vida. Era la banda sonora de mi vida y creí que iba estar ahí siempre.

-¿Desde los 12 años?

-La vi por la tele cantandoI wanna dance with somebodyy le pedí a mi madre que me comprara el casete. Era la única cinta original que tenía y la escuché aquel verano y el otro y el otro. Yo no era un chico de jugar a fútbol. Me subía a un árbol con miwalkmanrojo y la escuchaba con el volumen a tope, una y otra vez. Sus canciones me calaron hondo y a través de ella aprendí a amar la música.

-En aquella época triunfaban Madonna y Michael Jackson. Aquí había pocos fans de Whitney Houston.

-Me he sentido muy solo en este aspecto, entonces y ahora. Siempre me ha costado encontrar a alguien que me acompañara a verla.

-¿Qué le enganchó tanto?

-Su voz y su manera de cantar. Su primer álbum es una joya del soul y el R&B. Y de rebote la imagen. Detrás de aquella voz había una mujer de 1,80 metros, muy guapa. Leía sus entrevistas y la veía muy humana, transparente, noble y muy creyente. Luego el éxito la ahogó y sufrí viéndola decaer en la época en que era evidente que se drogaba y bebía.

Sergi fue acumulando fotos, vídeos, carteles, nuevos discos y ediciones raras, hasta reunir una envidiable colección. Compró una entrada para verla en el Sant Jordi en 1993, cuando se hizo archifamosa conEl guardaespaldas, pero el concierto se canceló. Tras 15 años de espera, la vio por fin en directo en Londres, a muchos metros del escenario; en el 2002, otra vez en Barcelona, cuando los abusos ya hacían estragos en su voz; en 2010, viajó a París, pero de nuevo se canceló el concierto, hasta que, el 22 de mayo del 2010, se plantó en Stuttgart y la conoció personalmente.

-¿Puede describir aquel momento?

-Después de la última canción me llevaron albackstage. Estaba muy nervioso, pero centrado, solo quería darle las gracias por todo lo que me había dado, por su voz. La vi venir por el pasillo, con la toalla al cuello. Era superalta y más guapa de lo que parece. Empecé a hablarle y de pronto me di cuenta de que había cogido mis manos entre las suyas y las tenía a la altura del pecho. Aun siento el tacto rugoso de su piel negra.

-De aquel momento conserva una foto cogiéndola por la cintura.

-Se ve que tengo los dedos blancos de tanto apretar. Quería que notara mi abrazo. Aquella foto no la puse ni en el Facebook.

-¿Por qué no?

-Es algo muy mío, íntimo. No enseñaba la foto para no parecer un friqui. Tengo un trabajo serio y a ojos de los demás esto cuesta de entender.

-No parece un friqui.

-De fondo de pantalla no la tengo a ella, tengo a mi sobrina; tengo una camiseta suya, pero no me la pongo; no me desmayé cuando la vi, no he hecho nada paranormal.

-¿Por qué lo cuenta ahora?

-Es el último homenaje que puedo hacerle. Sí, la admiro; sí, lo compro todo; sí, me gasté una pasta para ir a verla... Hago todo esto que parece de chalados y además lo cuento. ¿Y qué? ¿Es que la gente no hace locuras para ir a una final de Copa de Europa del Barça? Pues es lo mismo.

-Hoy es su funeral.

-Yo a Newark no iba a ir, evidentemente. Pero he intentado que le llegue algo mío, una flor, a través de un conocido que vive en Nueva York.

-¿Whitney es un mito para usted?

-Tener un mito es como idolatrar a todos los niveles, como un dios. Pero a un mito no le reconoces los defectos y yo sé de qué ha pecado ella. ¿Está buscando un titular? Yo, sencillamente, me siento un admirador.

-Busco la palabra que describa lo que ella significa para usted. Si no es un mito, ni un amiga, ¿qué es?

-La Whitney.