Welles y Falstaff

JOSEP MARIA POU

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De no haber fallecido -demasiado pronto- habría cumplido los 100 en este mayo que hoy termina. Y quizás hubiera podido concluir su Don Quijote a gusto. Y rodar el Rey Lear que alimentaba en sueños. Y volver al teatro. Y, resucitado el mago que nunca dejó de ser, sacar más y más palomas de su chistera sin fondo. Pero se fue y estuvo tanto o más presente que nunca. Se fue y ahí sigue: centenario.

Orson Welles vuelve estos días a Barcelona de la mano de una de las personas que más y mejor le conoce: Esteve Riambau. El director de la Filmoteca de Catalunya y autor de varios libros y un documental sobre el cineasta, ha organizado, en pleno Raval, un encuentro de expertos mundiales para debatir sobre la obra y la personalidad del genio. Chris Welles, una de sus hijas, que tuvo durante un tiempo a Rita Hayworth como madrastra, aportará el pedigrí familiar, la otra cara del personaje: «Lo recuerdo arqueado como una cucaracha, escribiendo ferozmente, con el ceño fruncido».

Sin salir del Raval, en corto paseo desde la plaza de Salvador Seguí a la calle del Hospital, Welles volverá al escenario del Teatro Romea, que lo recibió hace ya siete años con un texto de Richard France -Su seguro servidor, Orson Welles- del que tanto Riambau como yo mismo guardamos fantástico recuerdo. Allí, el lunes1 de junio, la Fundación Romea -con su director Carlos Canut «en vivo y en directo»- y la Filmoteca presentarán un mínimo espectáculo que se pretende modesta celebración de cumpleaños: Feliç centenari, Mr. Welles!

Será buen momento para reencontrarme con el personaje que me abdujo -no encuentro término más preciso- durante casi dos años. Y será buen momento para encontrarse con Falstaff. Porque si para muchos Orson Welles es Kane, Arkadin, Quinlan, o Harry Lime, para mí es, por encima de todo, Falstaff. Y con Falstaff, Shakespeare. Y con ShakespeareCampanadas a medianoche.

Proyección en Cardona

La proyección de esta película,el viernes 5 de junio, en el interior de la misma colegiata de Cardona que vivió su rodaje, hace ahora 50 años, pondrá fin a las celebraciones. Buena ocasión para acercarse a Cardona y revivir las vicisitudes de aquel rodaje siguiendo las pautas del libro de Riambau Las cosas que hemos visto: Welles y Falstaff que acaba de publicarse y que hace justicia con el que, al decir de muchos, es el mejor Shakespeare jamás llevado al cine.

Feliz centenario Mr. Welles! Feliz cincuentenario, Mr. Falstaff!

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