Vuelve la violencia okupa

«Una vez más, como ocurre desde hace tres décadas, un conflicto ligado al fenómeno okupa ha derivado en una acción violenta injustificable». Esto escribíamos en un editorial hace dos años y cuatro días, en plena batalla campal por Can Vies. Litigio distinto sobre una propiedad (municipal, en el equipamiento de Sants o privado, en el de Gràcia) y alcaldes dispares (Xavier Trias o Ada Colau), pero idénticos protagonistas, si no en persona, sí en ideas, fines y desprecio por la convivencia. Lo hemos dicho antes y lo reiteramos ahora, ningún conflicto puede resolverse con violencia contra personas, bienes públicos o privados. Podemos volver a llamar al diálogo -a los okupas, al ayuntamiento, a los Mossos y hasta a la propiedad del local de Gràcia- pero las palabras caen en el vacío.

Que ayer la CUP se limitara a mostrar fotos de personas víctimas -presuntamente- de la intervención de los Mossos, y no cuestionara la violencia original protagonizada por unos vándalos perfectamente coordinados, se asemeja más a una campaña de propaganda bélica (contar víctimas de un bando) que a una acción sincera en busca de soluciones.

Ahora no queda más que recordar a la policía que haga uso proporcionado y selectivo de la fuerza, ya que manifestarse o ser vecino de una zona de altercados no debe ser condición de riesgo. Y esperar que el conflicto ayude a la alcaldesa en su viaje de activista a primera autoridad de la ciudad, como reflexionaba el pasado domingo en este diario.