ANÁLISIS

No volverán

José Tomás, en la última corrida en la Monumental de Barcelona, en el 2011.

José Tomás, en la última corrida en la Monumental de Barcelona, en el 2011.

JOSEP RULL

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En julio del 2010 el Parlament aprobaba la prohibición de las corridas de toros en Catalunya con 68 votos a favor, 55 en contra y 9 abstenciones. Democráticamente aprobábamos una ley que nacía de una ILP con más de 180.000 firmas y que disponía de una amplia base de consenso social. Más de seis años después no vamos a aceptar la decisión del Tribunal Constitucional (TC) de anular nuestra ley. No la podemos aceptar.

Tendremos que leer a fondo la sentencia y veremos qué decisiones en términos operativos, y eventualmente normativos, debemos desarrollar para hacer imposible que vuelva a haber corridas de toros en Catalunya. Tenemos vías para explorar hasta dónde podemos llegar. Articularemos todos los mecanismos que tengamos al alcance: legislativamente, en otras regulaciones (normativas, ordenanzas municipales ...) o yendo a instancias europeas. El TC quiere imponer una visión identitaria de la 'Fiesta Nacional' como "patrimonio cultural inmaterial" contra el lenguaje universal de los derechos de los animales. Es curioso, sin embargo, que la prohibición no se rechace en Canarias...

RESPETO A LOS ANIMALES

En este tema, sin embargo, dejemos de debatir sobre el conflicto Catalunya-España. Como tampoco reabriremos el debate de la catalanidad de las corridas de toros. Así como no entraremos en los factores historicistas, culturales o artísticos. Nos ceñimos a una lógica ética de respeto a los animales. Defendemos unos valores contrarios al espectáculo del sufrimiento y muerte de seres sensibles con capacidad de sufrir. No prevalecerá la tradición cultural por encima del bienestar de los animales. Estamos hablando en un lenguaje universal: los derechos propios de la condición animal. Todo lo contrario nos resulta decimonónico.

El Estado español avanza mirando atrás. En Catalunya preferimos alinearnos con los países avanzados. La sociedad evoluciona y hoy volver el espectáculo taurino a Catalunya no tiene ningún sentido; como tampoco lo tendría que se hicieran bailar osos en medio de la plaza de los pueblos, y nuestros abuelos bien lo recuerdan. Hoy las corridas de toros en Catalunya se ven ya con blanco y negro. Estamos en pleno siglo XXI y nosotros ya hemos pasado esta pantalla. No hay retorno viable.

Estamos hablando de qué tipo de país queremos y queremos un país donde no sea posible hacer un espectáculo público del sufrimiento y la muerte de un animal. Esto es lo que decidió el Parlament de Catalunya y es inalterable para nosotros. La sociedad catalana había dado por hecha esta medida, había asimilado y dado por definitiva la ley.

Catalunya dijo que no y Catalunya continuará diciendo que no. Como representante competente del Gobierno de la Generalitat de Catalunya expreso una voluntad política muy clara: lo que prevé la sentencia haremos que no tenga efecto en Catalunya.

Mahatma Gandhi lo dijo bien claro: "El nivel de civilización de un pueblo se mide por el trato que dispensa a los animales". Esta batalla puede alargarse más, pero está ganada. Las corridas de toros no volverán a Catalunya.