Vivir, un accidente

Unos jóvenes delante de uno de los homenajes del centro de París a las 130 víctimas del ataque terrorista del 13 de noviembre.

Unos jóvenes delante de uno de los homenajes del centro de París a las 130 víctimas del ataque terrorista del 13 de noviembre. / periodico

CARME PORTA

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Dice uno de mis cantantes preferidos, un poeta, un maestro de la glosa, que "vivir es un accidente" que sin pensamiento en movimiento, un pensamiento no conformista la vida no vale nada. Que estamos de paso y hay que aceptarlo y mojarse.

¿Y que hacer cuando el pensamiento corre demasiado y todo va tan rápido? ¿Cómo vivir sin accidentes en una sociedad conformista y conformada? llena de normas, de reglas, de simbólicos excluyentes? Como creer en lo que te dicen sino es posible creer en lo que no eres, si simplemente no te sientes parte y miras... y todo te lleva lejos.

Como sentirte bien cuando tantos hombres piensan que un asesinato machista (uno de tantos, uno de los habituales) no debe ser punible si se da en la pareja o que es equiparable a la violencia que las mujeres infringen los hombres (¿Dónde? ¿Cuándo ? ¿Cuál? ¿Cómo?).

Como sentirse parte, cuando te miran miles de ojos de las personas que huyen de la guerra y sólo somos capaces de apartar la mirada ante la incapacidad de sostenerla y de mantener que la vida es digna.

Como ser capaz de sentirse feliz cuando el futuro se acerca en falsos acuerdos en París, fruto de cumbres falaces, indignas, antihumanas. Cómo ser feliz cuando hay gente que siente satisfacción matando, torturando animales negándoles el derecho a la vida. Como ser capaz de mantenerse dignamente en este mundo cuando los mismos que matan, (mataron) torturan, (han torturado) hacen discursos radicales a favor de la vida de un no-nato, a pesar de la madre. Como ser capaz, simplemente capaz, de seguir mientras desahucian miles de personas y especulan con sus hogares; cuando aprisionan las madres que roban para dar de comer y recompensan los corruptos y los que se enriquecen con la miseria.

Como ser capaz, simplemente, de sentir sin huir. Y huimos, nos refugiamos en un mundo paralelo, lleno de amor, de amistad, de felicidad. Un mundo que dura poco y que nos protege ante el no-mundo,  los no-lugares,  la no-humanidad donde quieren situarnos.

Ser capaz de salir, con propuestas, con compromiso, con ideas de cambio real. Los procesos y los países no son posibles sin cambios reales, sin construir dignidad. Las personas, la humanidad, no es posible sin compromiso, sin coherencia, sin dignidad. Ser capaz de salir y luchar por el futuro, aunque sea cuando vamos de paso.