Pulso independentista

Viva la Fiscalía

La de sediciosos que se ocultan tras las ventanas. En los lugares más insospechados, ¡zas!, acecha el insurrecto

Jordi Sánchez y Jordi Cuixart llegan a la Audiencia Nacional

Jordi Sánchez y Jordi Cuixart llegan a la Audiencia Nacional / El Periódico

EMMA RIVEROLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

La Fiscalía estudia pedir la suspensión de actividades de la ANC y Òmnium. Pues claro. Si es que aún es demasiado tibia. Tendría que escuchar a los duros del lugar: nada de 155, ¡la Fiscalía a muerte! 

Para empezar, se deberían clausurar todos los restaurantes de Catalunya. ¿No se dan cuenta del peligro que entrañan esos lugares al calor de los fogones?  A la mínima, se exaltan los ánimos y, entre escalibada y butifarra, ya se ha montado una revolución. Nada, a clausurarlos todos. ¿Y las escuelas públicas? También, por supuesto. Que no quede ni una. Esos antros de perversión donde se empecinan en hablar catalán. Ahí es donde se adoctrina a los cachorros. Después, pasa lo que pasa, no hay manera de conducirlos por la senda constitucional. Y, ya puestos, ¿por qué no continuar por los hogares? La de sediciosos que se ocultan tras las ventanas. En los lugares más insospechados, ¡zas!, acecha el insurrecto. También se pueden requisar todas las estelades. Adiós al negocio de los bazares chinos. ¿Y la senyera? Pues quizá también. Ahí empieza todo.

Después también se podría estudiar la creación de campos de reeducación. Como mínimo, para dos millones de personas. Aunque no es descartable que se sumen bastantes millones más. Incluso, paradojas de la vida, es posible que algunos españoles bien españoles (no catalanes, para entendernos) acaben conspirando contra la Fiscalía. La traición es contagiosa.

En fin… es por no llorar.