La violencia, ¿crimen o enfermedad?

¿En qué extraño rincón del cerebro crece la planta de la crueldad? No podemos saberlo

JOSEP MARIA ESPINÀS

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Impresionante la doble página de EL PERIÓDICO el pasado día 12. Casi 60 manchas negras correspondían simbólicamente a caras de mujeres. Cada mancha contenía un nombre, una fecha y la denominación de un lugar. Todas esas mujeres fueron víctimas mortales del machismo de sus parejas o exparejas. En menos de un año. Ha habido más, sin duda. Porque hay asesinatos que han quedado escondidos. Y cuando el lector se detiene en esta doble página, en ese mismo momento hay una cantidad desconocida de mujeres que son maltratadas. Unas resisten y resistirán toda la vida la agresión, otras están a punto de morir y se incorporarán a este cuadro que no es de honor sino de horror.

¿Qué les está pasando a algunos hombres? ¿En qué extraño rincón del cerebro crece la planta de la crueldad? No podemos saberlo. Joan Cañete, autor del reportaje, critica que Liliana, asesinada por quien fue su pareja, mereciera este titular: «Muere una mujer en Alcobendas». Como si hubiera muerto de una enfermedad.

Hay mucha violencia enmascarada, muchos martirios cotidianos, que son los más difíciles de imaginar. Hemos asimilado que haya maltratadores de mujeres, como hay maltratadores de criaturas y maltratadores de viejos. Hemos aceptado la parte oscura de la condición humana. Naturalmente, no lo aprobamos. Pero lo sabemos. Y dudo que sean muchos los ciudadanos que vayan a la policía para denunciar que el hombre del tercero segunda agrede habitualmente a su mujer. «No te metas donde no te llaman». Si incluso Paul Valery, el delicado poeta francés, escribió que «una mujer inteligente es aquella con la que se puede ser tan brutal como se quiera».

Si reflexionamos un poco, el problema es que entre algunos llamados humanos circula un extraño placer por castigar. Hay un castigo admitido, el que debe servir para corregir o para mantener la disciplina en el ámbito escolar. El castigo debe tener la medida adecuada. La violencia es un crimen. O una enfermedad.