Violación de la ley internacional en Gaza

La prensa internacional publicaba ayer un gráfico estremecedor. Eran siluetas de adolescentes, niños y bebés, con nombre, apellido, edad y parentesco si lo había. En total, 132. Eran víctimas infantiles de la ofensiva israelí en Gaza, hasta el día 21. Sus edades, de los 6 meses a los 17 años. La cifra constata que en la operación Margen protector, las fuerzas israelís han dado muerte a más niños que a terroristas y el porcentaje de civiles muertos es del 74%. Estas mismas fuerzas han calificado de zona peligrosa el 44% de la franja instando a sus habitantes a irse. Pero no tienen un lugar seguro a dónde ir. Gaza, con una gran densidad de población, es una cárcel de la que no se puede salir. La Comisión de Derechos Humanos de la ONU considera que Israel puede estar cometiendo crímenes de guerra. Cuando no se protege a la población, se está violando el derecho internacional y esto, ni más ni menos, es lo que está haciendo Israel en Gaza.

Por segunda vez, la ofensiva ha llegado al Parlament de Catalunya y ayer, en un discutible ejercicio de fingida equidistancia, considerando las grandes simpatías de CiU por el Israel sionista, el president dijo condenar «todo tipo de violencia». No fue tan equidistante Artur Mas en su visita oficial a Israel el pasado año cuando ignoró a los dirigentes palestinos y a sus símbolos, y tampoco lo fue cuando su partido, con la ayuda del PP, tumbó la pasada semana una resolución que incluía el derecho de autodeterminación para los palestinos.