tú y yo somos tres

«El vino habla»

Ferran Monegal

Ferran Monegal

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

En la quietud sombría y fresca de las bodegas de Sagrillas, le suelta Carles Canut a la familia Alcántara«El vino habla, solo hay que saber escucharlo». ¡Ahh! Hemos tenido en casa una alegría grande al ver a Canut incrustado, aunque solo sea puntualmente, en Cuéntame... (TVE-1). Es un actor extraordinario. Hace muchos, muchos años, que mi canario flauta Papitu y un servidor le seguimos con devoción y entusiasmo. Todavía recordamos su genial interpretación del personaje Arthur Birling, en la obra Llama un inspector. Todos los que se acercaron al Teatre Goya de Barcelona, y en Madrid al Teatro de La Latina, pudieron comprobar que Canut era el alma indiscutible de esa excelente revisión de la obra de Priestley.  En Cuéntame ... tiene poco papel. Diálogo escaso. Una frase aquí, otra allá... Es muy difícil construir un personaje con guion tan cicatero, en donde solo dan cuerda a los consagrados Imanol Arias y Ana Duato. Pero a pesar de esta dificultad Canut, nada más aparecer, llena con potencia la pantalla. Interpreta a un experimentado enólogo, y gracias a su sabiduría salva la producción y les saca un caldo delicioso, con mucha personalidad. No está pasando un buen momento de audiencia este temporada de Cuéntame... Aunque la trama ha girado hacia el costumbrismo, incluso hacia el culebrón, sigue siendo una teleserie muy notable. Con un cuadro de intérpretes de gran calidad. Pero este año, cada jueves han tenido que enfrentarse a la ratomaquia GH VIP, de Tele 5. ¡Ahh! Eso es como aquello que dijo Felipe II tras el descalabro de la Armada Invencible«Yo no he mandado mis naves a luchar contra los elementos». En efecto, Belén Esteban es un elemento tan temible como bárbaro.

DAVID BERIAIN .- Este routier nos está acercando ahora puntos sorprendentes del continente suramericano a través del canal Discovery Max. Ha sido luminoso su viaje a la Amazonia, y su retrato sobre el desastre de la masiva tala de árboles. Primero estuvo con un humilde superviviente de ese drama ecológico, un modesto talador. Es verdad que nos entristeció ver cómo caía un majestuoso ejemplar de ceiba, de 50 metros de altura y 300 años de antigüedad. Pero ese modesto leñador tala a una escala muy humana: solo 20 árboles al mes. No es un depredador. Los canallas son los de las industrias que vimos luego, más abajo. Esos aniquilan, arrasan, cientos de árboles al día, y se quedan tan anchos.