La clave

Villalobos juega al 'Candy Crush'

JUANCHO DUMALL

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La adicción de Celia Villalobos al 'Candy Crush Saga' acaba de regalarle a Podemos un demoledor vídeo preelectoral. Porque hay que estar enganchada al videojuego para ponerse a alinear caramelos en la tableta mientras se está presidiendo el debate sobre el estado de la nación en el Congreso y está en el uso de la palabra el presidente del Gobierno. Difícilmente encontrará Pablo Iglesias mejor metáfora para describir a una casta que, según el planteamiento de su partido, escenifica un debate de espaldas al pueblo, dentro de una burbuja de cristal y tan aburrido, que hasta quien lo preside aprovecha para echar una partidita con las golosinas de colores mientras sigue la perorata.

Un regalo también al soberanismo catalán, pues se da la circunstancia de que la distracción de Villalobos se produjo cuando Mariano Rajoy respondía al portavoz de CiU en la Cámara, Josep Antoni Duran Lleida, quien acababa de tronar desde la tribuna de oradores que, si persiste el inmovilismo, «nos encontraremos con que Catalunya declarará la independencia». Que en medio de semejante debate la vicepresidenta de la Cámara, que sustituía en ese momento al presidente, Jesús Posada, se abandonara a su distracción electrónica carga de razones a quienes censuran la displicencia del poder central hacia las reivindicaciones catalanas.

Disculpas

Aunque es cierto que nadie está libre de haberse distraído en clase o de haber fracasado en su pugna por mantener los ojos abiertos en una reunión importante, no es poner el listón demasiado alto pedir a la señora Villalobos que se disculpe, ante los ciudadanos y ante la Cámara, por su lamentable comportamiento.

Ya hay quien le ha reclamado la dimisión. Tal vez sea una exigencia demasiado drástica, pero sí está claro, en cambio, que la vicepresidenta del Congreso, exalcaldesa de Málaga y exministra de Sanidad y Consumo está quemada para la política de hoy. Tal vez lo aconsejable sería que cuando acabe la legislatura abandone discretamente la escena con su tableta bajo el brazo y se dedique a ganar vidas en el universo virtual del tres en raya.