Opinión | Editorial

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Villa de alta velocidad

La opinión del diario se expresa solo en los editoriales. Los artículos exponen posturas personales.

La Generalitat, que es la que tiene la potestad, y el Ayuntamiento de Barcelona han decidido que la villa romana descubierta entre las obras de la estación de Sagrera no se conservará en su lugar original y solo serán salvados el mosaico de 50 metros cuadrados, algunos fragmentos de pinturas y otros elementos de interés hallados en la zona. El teniente de alcalde de Cultura de Barcelona, Jaume Ciurana, apoyó la decisión en las opiniones de los técnicos, que consideran que las ruinas «tienen un valor documental, pero no patrimonial». La solución final será, pues, la destrucción de los muros de habitaciones, pasillos y termas, y la conservación y exposición del mosaico, probablemente en el mismo barrio, junto a una maqueta, y la edición, en el 2013, de una publicación trilingüe (catalán, castellano e inglés) de la documentación aportada por la villa.

La decisión, en la que las autoridades aseguran haber respetado todos los procedimientos al uso en estos casos, puede ser correcta, aunque la forma de actuar y el lugar estratégico donde se halla ubicada la villa inducen a algunas sospechas.

La primera se debe a la falta de transparencia en todo este asunto. La villa fue descubierta en julio, pero su existencia no se conoció hasta que este diario reveló los trabajos el pasado día 2 de septiembre. Además, según Ciurana, la decisión de no conservar la villa se tomó el pasado martes en la comisión de seguimiento de las obras de Sagrera. Ese mismo día, sin embargo, este periódico pudo comprobar que partes del yacimiento habían sido ya sepultadas por el hormigón del vial soterrado para vehículos que se construye como acceso a la futura estación del AVE de Sagrera.

Este cubrimiento con cemento de dos muros de un pasillo romano ha sido justificado en que la Generalitat lo había decidido en agosto, antes de conocerse públicamente la existencia de la villa romana, autorización que no se comunicó ni entonces ni cuando los trabajos del complejo fueron desvelados. En consecuencia, y habituados a que las decisiones en estos ámbitos requieran prudencia y parsimonia, lo menos que se puede decir es que en este caso la valoración de los restos de la villa se ha hecho con alta velocidad, como el AVE.