La vida de los geranios

Después de las Kardashian y las Campos, Ana Obregón se estrena en el campo de los 'docurrealities'. ¿Qué será lo siguiente? Yo, humildemente, propongo televisar la cotidianidad de un geranio.

La vida de los geranios_MEDIA_1

La vida de los geranios_MEDIA_1

por juan carlos ortega

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Hasta ahora teníamos las Kardashian y las Campos, pero ahora también llega Ana Obregón. Conoceremos su vida cotidiana a través de un 'docurreality' que se emitirá en DKISS a partir de octubre. Probablemente muchos se pregunten interiormente qué será lo próximo. Yo, humildemente, propongo que sea un geranio.

Un 'docurreality' sobre un geranio puede dar mucho de sí. Una cámara fija ante una maceta captando, minuto a minuto, la vida íntima de esta planta del orden de los geraniales garantizaría la diversión, porque dos veces por semana el programa mostraría cómo se la riega. Ver el agua cayendo sobre sus coloreadas flores daría a la cadena que lo emitiera magníficos picos de audiencia. La luz solar, iluminando las diminutas gotas de agua tras el riego, generaría un leve arcoíris gracias a la descomposición espectroscópica de la luz blanca.

Pero un 'reality' no es nada sin mostrar la vida social. Ver cómo interacciona alguien con los demás gusta mucho a todo el mundo. En esto, el geranio es un elemento televisivo con gancho, porque recibe de forma periódica visitas conflictivas. La mosca blanca dará emoción al programa al picar sus hojas bajo las flores, causándoles daños y generando así un giro trágico en la narración. Lo emocionante llegará cuando el espectador descubra unos diminutos pero inquietantes puntos blancos escondidos en la planta: son las larvas de estos visitantes asesinos, que han decidido instalarse y reproducirse en la casa de nuestra estrella televisiva. Propongo que al final de un capítulo, para darle tensión y continuidad, aparezca en pantalla una mano disparando un bote de insecticida.

La televisión sabe que ha de ir combinando tragedia y romanticismo para mantener cierto interés. En las Kardashian vemos cómo las hermanas sufren por sus cosas de Kardashian, pero al rato ya están riendo alegremente, también por sus cosas de Kardashian. Nuestro 'reality' del geranio debe seguir esta sabia estrategia. Tras el episodio de la mosca blanca deberíamos gozar de un paréntesis amable, donde viéramos a la planta crecer alegremente gracias a un abono rico en nitrógeno, fósforo y potasio. Pero no hay que regodearse en la belleza, no vayamos a perder espectadores. La existencia es dura y, como vemos en la vida de Terelu y María Teresa, el sufrimiento llega irremediablemente. Ha de emitirse, pues, un episodio dedicado a la poda.

La cámara mostrará, con música fúnebre de fondo, la eliminación de las hojas que se estén necrosando. Será duro para el geranio y para nosotros, los espectadores, pero Rob Kardashian sabe muy bien que en ocasiones hay que recibir palos en la vida para seguir creciendo. Son males necesarios que nos ayudan a hacernos adultos.

Tras este duro capítulo, compensaremos emitiendo alegres momentos de la vida de nuestra protagonista, mostrando a un ser humano algo místico diciéndole cosas cariñosas a la planta para que crezca más feliz.

Nadie me hará caso, pero creo honestamente que, tras conocer los detalles de la vida de Ana Obregón, la televisión colocará el listón tan alto que solamente un geranio podría superarlo.