Ver sin ser visto

TONI AIRA

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«Buena parte del secreto del éxito de un director o jefe de gabinete reside en ver sin ser visto y en hacer sin que nadie más que el líder sepa el qué con detalle. Eso, con Mariano Rajoy y su director de gabinete, Jorge Moragas, va fallando. De hecho, este diplomático catalán es seguramente, de entre todos los que han detentado su actual cargo en la Moncloa, quien ha mostrado más voluntad de tener un papel en la escena pública. Esta semana le ha costado un disgusto, y con él a su presidente. Es muy visible, sale mucho en la foto, y así cuando hay aguas revueltas es más fácil que le salpiquen, y con él a su asesorado. Los mensajes de teléfono móvil que envió a su amiga María Victoria Álvarez (ex de Jordi Pujol Ferrusola), animándola a explicar trapos sucios de la familia del expresident para «salvar España», han abierto hasta informativos de televisión.

El fontanero mayor

Su antecesor, José Enrique Serrano (2004-2011), sonaba entre los mentideros de la villa y corte como ministrable a cada remodelación de gobierno que perpetraba su presidente, José Luis Rodríguez Zapatero. Pero el gran público no sabía quién era ni le ponía cara. Gran poder, el de Serrano, a quien se conocía en el mundillo como el Fontanero Mayor del Reino. Ahora es diputado y antes de serlo con Zapatero había sido jefe de gabinete también en el último año de Felipe González en el poder (1995-1996). Luego, con José María Aznar al frente del Ejecutivo español, Carlos Aragonés reinó en la cocina de la Moncloa de principio a fin, entre 1996 y el 2004. Ahora también es diputado.

Una sola mujer en la lista

El primer jefe de gabinete del presidente del Gobierno central en la España post Franco fue una mujer (de momento la única de la lista): Carmen Díez de Rivera (1976-1977), que fue clave para Adolfo Suárez (y para Juan Carlos I) como puente y emisaria. La sustituiría Alberto Aza (1977-1981), que posteriormente ocupó el cargo de jefe de la Casa del Rey durante años. Y con Leopoldo Calvo-Sotelo, un también discreto y breve Eugenio Galdón (1981-1982). Tras él, con la victoria de Felipe González, Roberto Dorado, considerado un hombre del vicepresidente Alfonso Guerra, batió un récord que todavía está por superar entre los jefes de gabinete de los presidentes españoles, puesto que ejerció entre 1982 y 1993, año en que lo sustituyó Antoni Zabalza, un hombre de quien entonces ya era vicepresidente, Narcís Serra. Duró poco en el cargo, abriendo paso al citado Serrano en el último año de Felipe en la Moncloa.

Y todos mandaron mucho, ¿pero sabían ustedes algo de ellos? Igual, en conjunto, menos de lo que saben de Moragas. Cosa, quizás, de los nuevos tiempos, que lo hacen todo más visible (y frágil).