Vencedores y vencidos

Ferran Monegal

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Ganador moral Edu Soto sin duda. Sin desmerecer en absoluto la extraordinaria calidad artística de la que ha acabado siendo vencedora de Tu cara me suenaRuth Lorenzo, en esta cuarta edición Edu se ha desvelado no solo como gran imitador o transformista, sino como un cantante de prodigiosa voz. Los espectadores teníamos clasificado a Edu Soto como humorista. Le descubrimos, años atrás, en los shows de Buenafuente. Allí creó el personaje El Neng de Castefa. Logró una enorme popularidad. Ahora, en este concurso, hemos visto que Edu Soto tiene talento también para otros registros. La semana pasada nos hizo una reacreación de Bobby Hatfield (The Righteuos Brothers) cantando Unchained Melody, con la que alcanzó una perfección exquisita. No se si estamos ante el nacimiento de un gran artista musical, pero debería seguir en la canción. Tiene capacidad, tiene madera, y tiene cuerdas vocales, para aspirar a grandes triunfos. Hablando del triunfo, el de Tu cara me suena (A-3 TV) ha sido indiscutible. En esta edición ha conseguido este programa darle la vuelta al marcador de la guerra entre los imperios televisivos. La noche de los viernes era siempre, desde hace años, terreno exclusivo de las martingalas del Deluxe (T-5). Ahora los forenses de las autopsias en vida chupan rueda. El entretenimiento blanco de Tinet Rubira gana, semana tras semana, a la casquería a granel y las fritangas de menudillos.

Esa misma noche, para intentar cotrarrestar lo que ya temían, el Deluxe echó mano de el pequeño Nicolás. Hombre, ya lo suponíamos.Para eso lo sacaron de la jaula de G.H.VIP: para que fuera rebotando por las pistas del circo. Lo presentaron así: «Por su boca puede salir un bombazo que podría significar un cambio de rumbo en la política de este país. ¡Esta noche Tele 5 está blindado! ¡Hay medidas de seguridad extremas!». Y nos insertaron unas imágenes en las que se veía un helicóptero de la policía, y furgonetas llenas de agentes armados hasta los dientes. Eran fragmentos incrustados, sacados probablemente de alguna teleserie, con las que pretendían hacernos creer que el Ministerio del Interior había tomado Tele 5, asustado ante la presencia de le petit Nicolás, temible superagente secreto del recontraespionaje garbancero. ¡Ahh! Hay que reconocer que, dentro de las trampas y los anzuelos que practícan para atraer audiencia, tienen golpes despendolados y divertidos.