Vaya, el PSOE está vivo

Los socialistas derrotan al PP y logran gran ventaja sobre Podemos mientras irrumpe Ciudadanos

JOAN
Tapia

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Hay un heteróclito conglomerado de analistas, va desde la derecha al independentismo y a la izquierda gauchista, que últimamente proclama un futuro sin socialdemocracia: como castigo a sus muchos y diversos pecados, el PSOE habría pasado a mejor vida. Ahora la batalla está entre el PP y Podemos. Y la catalana entre el PP y el faro independentista (pese al molesto desembarco de Pablo Iglesias).

Bueno, la victoria del domingo (mayor a la prevista en todas las encuestas) indica que el PSOE sigue vivo. Pero cautela porque es verdad que ha tenido serios errores y los resultados andaluces no se pueden extrapolar. No obstante la primera cita electoral del 2015 -andaluzas, municipales y autonómicas, catalanas (no obligadas) y generales- ha dado un resultado favorable a los socialistas que puede tener consecuencias.

El «tic tac»

En efecto, el PSOE abre la carrera electoral manteniendo diputados y derrotando al PP (que ganó las elecciones del 2012) por casi nueve puntos. Y cuando muchos le creen moral y numéricamente superado por Podemos, resulta que en el primer match el resultado es de 47 a 15. Quizás el «tic-tac» de Iglesias es solo verbo. Además se confirma el potente liderazgo de Susana Díaz y la derrota de Mariano Rajoy -que se ha implicado mucho en la campaña- favorece a los socialistas ante la cita de mayo. ¿Puede una potencial rivalidad entre Díaz Pedro Sánchez, no siempre en la misma onda, dañar al PSOE? Puede pero no necesariamente. En Estados Unidos la rivalidad entre Barack Obama y Hillary Clinton no perjudicó a los demócratas.

El PP ha tenido una severa derrota. Pese a la presencia de Rajoy y su remachona insistencia en que la economía va bien ha perdido 17 diputados (sobre 50) y nada menos que 500.000 votos respecto al 2012. El discurso despreciativo del sábado cuando dijo (en Valencia) que los contrarios al PP son «adanes, zascandiles, tertulianos o amateurs» no es simpático. Y aunque es cierto que el PP es más fuerte en el resto de España que en Andalucía, el resultado del domingo gravitará negativamente sobre los comicios de mayo en Madrid y la Comunitat Valenciana y puede sembrar dudas respecto al liderazgo de Rajoy para las generales. Mal cuadro clínico para un partido que está en el gobierno. Sobre todo porque por primera vez tiene un competidor -Ciudadanos- que amenaza su dominio sobre el electorado de derecha y centro-derecha.

Podemos ha tenido éxito. Ha pasado de cero a quince diputados y su voto en Andalucía sube de un 7,1% en las europeas al 14,8%. Pero es un éxito relativo porque se ha visto que Iglesias no se come el mundo y su resultado está muy lejos del obligado para alguien que hace ostentación de ir a ganar las próximas generales. ¿Ha sido Podemos el becerro de oro de los que idolatran el fin del bipartidismo?

Al contrario Ciudadanos es la nueva moda. En las europeas de hace un año tuvo un 1,7% y el CIS le daba el 6,4% y 5 diputados, menos que a Izquierda Unida. Al final ha sacado el 9,2% y 9 diputados, a no mucha distancia de Podemos. Y el partido de Albert Rivera (liberal pero todavía en el neolítico) puede engordar con electores de centro-derecha molestos con el discurso del no a todo (excepto a los propios logros) del PP.

Hoy el PSOE sigue vivo, el PP se desploma y le sale un competidor de su propio campo, y Podemos se afirma merendándose a IU. En la transición ya hubo doctos analistas que decían que el perezoso PSOE moriría ante el PC de Santiago Carrillo. Entonces solo acertaron en que Carrillo era inteligente y ahora se pueden volver a columpiar si Iglesias resulta una mala copia (con toque griego pero no europeo) del Felipe González del 77.