El desarrollo de la ciudad

'Urbarcelonismo' huérfano

¿Hay alguna institución o partido político realmente preocupado en buscar un nuevo relato urbano para seguir asociando Barcelona al buen urbanismo?

Evolución en la edificación de vivienda de Barcelona

Evolución en la edificación de vivienda de Barcelona / periodico

JULI CAPELLA

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Pocas ciudades están tan asociadas al urbanismo como Barcelona. Es sin duda uno de nuestros rasgos definitorios. El Eixample de 1859 fue un atrevido experimento de gran relevancia internacional. Durante la Segunda República el urbanismo volvió a cobrar importancia con el GATCPAC: desde un enfoque social, pretendía convertirse en elemento de transformación y reequilibrio de sus barrios. Pero la guerra lo truncó y al franquismo se la trajo al pairo el ordenamiento. Al contrario, utilizaba el territorio como mero contenedor de edificaciones, sin más criterio que la maximización de la ocupación. No había concepción de ciudad, tan solo se resolvían a lo bruto problemas de transporte y alojamiento.

El Plan Metropolitano de 1976 constituye una primera apuesta por poner orden y planificar con objetivos. Pero a demasiado largo plazo y la ciudad se demuestra más dinámica. Por eso el urbanismo democrático, con la excusa de los Juegos Olímpicos, se dota de gran agilidad. Encuentra un relato para hacer un cambio real buscando la excelencia en la escala humana, la arquitectura y también en la microarquitectura de calles, plazas y rincones, por donde la gente pasea. Alguien desde el poder pensó la ciudad en su conjunto con ánimo transformador.

Desde entonces estamos huérfanos de una visión global que vaya más allá de prolongar ese modelo –ya estrujado– o de operaciones artificiosas como la del Fòrum. Es como si nadie se ocupase de repensar la ciudad con previsión y pasión. Un poco campi qui pugui. Ningún gobierno de la ciudad ofrece un discurso potente y bien hilvanado. Ningún partido político hace gala de esta cuestión, sus programas en urbanismo son obvios, etéreos, o se sacan de la manga banalidades como la ciudad inteligente, como si alguna quisiese ser tonta. Unos pocos profesionales se quejan vagamente, otros callan. ¿Hay alguna institución o partido político barcelonés realmente preocupado en buscar un nuevo relato urbano para seguir asociando Barcelona al buen urbanismo? ¿Hola?