La Clave

Unos Goya cómodos para Wert

JUANCHO DUMALL

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Cuando un ramillete de actores entonaban con brío el estribillo de 'Resistiré', la canción del Dúo Dinámico que con los años se ha convertido en un himno de quienes luchan contra la dificultades, muchos pensamos que la gala de los Goya que acababa de empezar iba a teñirse de gestos reivindicativos y de pullas al ministro de Cultura, José Ignacio Wert, presente en la sala. Pero no fue así. El popurrí musical de apertura de la fiesta –que no fue muy moderno que digamos: 'Acompáñame', 'A tu vera', 'Yo soy aquel' y la ya citada 'Resistiré'– dio paso al momento más crítico, en el que el presentador de la ceremonia, un excelente Dani Rovira, hizo un alegato a favor del cine español por su aportación en el 2014 al PIB y por la creación de empleos en el sector. "Es el cine el que ha ayudado al Estado", sentenció entre aplausos. A partir de ahí hubo cierto aire de tregua.

Los Goya del 2015, este año plagado de citas electorales y con profundos cambios políticos en el horizonte, fueron los menos politizados de los últimos años. Que el presidente de la Academia, Enrique González Macho, reivindicara la bajada del IVA cultural y que Pedro Almodóvar lanzara uno de sus dardos al señalar que no incluía al ministro Wert entre "los amigos del cine español" forma parte del guion.

LOS TITIRITEROS

No hubo esta vez denuncias por los recortes sociales, ni frases solidarias, ni alusiones a Podemos. Los titiriteros, como, en término tan desafortunado como despectivo, se refiere Jiménez Losantos a los artistas críticos, no le montaron una encerrona al ministro. Esta vez se limitaron a saborear el año de los taquillazos de películas producidas aquí.

Ese tono tiene que ver no solo con los éxitos del 2014. Bastaba ver a los premiados para entender que hay una nueva hornada de profesionales que ya no pueden ser encuadrados como "los de la ceja". Actores y cineastas que ven la política con mayor distancia que generaciones precedentes y que se revuelven contra la crisis en sus filmes y no en la alfombra roja. En ese ambiente de justa satisfacción faltó alguna referencia a un fenómeno reciente: las exitosas jornadas de entradas con precios reducidos.