La unión no siempre hace la fuerza

La segunda parte de la primera encuesta tras el 9-N, efectuada por GESOP para EL PERIÓDICO, revela que la unión de dos partidos no siempre hace la fuerza de obtener mayor número de votos y escaños. En la hipótesis de que CDC y ERC se presentaran juntos a las autonómicas, el resultado sería peor que si lo hicieran por separado. Perderían en conjunto más de cinco puntos (40,7% desvinculados frente a 35,2% juntos) y entre tres y nueve escaños. La posibilidad de que unidos no sumaran era considerada seriamente por dirigentes de ambas formaciones, sobre todo de Esquerra, aunque, curiosamente, el sondeo indica que hay más partidarios de la fusión en el electorado de ERC (3 de cada 4) que entre los votantes convergentes (6 de 10), que, en principio, debían estar más interesados para salvar los muebles.

Pero es muy posible que el 9-N haya cambiado también esta percepción y que los potenciales votantes de CDC se sientan ahora mucho más seguros que antes del proceso participativo del que Artur Mas ha salido reforzado. En este sentido, la encuesta refuerza las posibilidades de que Mas se incline por lo que se ha venido en llamar la lista del president, que reuniría en torno suyo a personalidades de la sociedad civil soberanista y procedentes de otros partidos. La incógnita es si ERC se integraría finalmente en esa lista. Una candidatura única de todas las fuerzas independentistas es vista con simpatía por la mayoría de los consultados en el sondeo: 49,5% están a favor, porcentaje que entre los independentistas se eleva  hasta el 77,1%.  En este caso, los votantes de ERC (81,9%) también superan a los de CiU (76,7%).

La lista conjunta de solo CDC y ERC tiene otro efecto: beneficia al resto, sobre todo a Podem, que gana casi dos puntos y cuatro escaños en el Parlament, Pero donde la explosión de Podem resulta aún más espectacular es en las generales. Sería la primera fuerza (en las autonómicas es la tercera), es decir, la que más diputados aportaría desde Catalunya al Congreso (con el 28,5% y 10/12 escaños), por delante de CiU (10) y ERC (8/9). Aunque el sondeo se efectuó días antes de la polémica semana que ha vivido Podemos, con la aparición de las primeras irregularidades entre sus dirigentes, los datos de Catalunya confirman el tsunami que, según las encuestas, se está formando para arrasar las playas del sistema surgido de la transición.