Una joya en pleno escándalo

Hay tremendas casualidades. La tele tiene a veces golpes de fatalidad, lances imprevistos, que elevan la paradoja a límites quizá hasta insoportables. Estoy hablando de Imanol Arias y Ana Duato. Llevan días siendo objeto de portadas de periódicos y de informativos televisados. Al parecer estos dos grandes actores también figuran, también han sido pillados, en los papeles de Panamá. Se habla de dos millones de euros distraídos al sistema tributario. ¡Ah! Otra vez la fuga, la evasión de capitales. Inmersos en esta vorágine de escándalo, la fatalidad televisiva ha dibujado esta semana en Cuéntame (TVE-1) una historieta que los guionistas cuando la escribieron, y los actores Imanol y Ana cuando la interpretaron, no podían sospechar la tremenda actualidad del lance.  Antonio Alcántara (Imanol Arias), paseando por Madrid, de pronto se extasia ante el lujo de una joyería. Se pega al cristal del escaparate. Ve brillar las delicadas piezas de oro con piedras preciosas engarzadas. Queda fascinado. Y abducido por aquella ostentación, penetra en el establecimiento y compra para Merche (Ana Duato) un anillo carísimo y fantástico. «Es oro rosa con zafiros» le advierte el joyero resaltando la importancia de la pieza. «¿Oro rosa? ¿Eso existe?» pregunta Antonio Alcántara incredulamente maravillado.  Y el orfebre, sonriendo, le contesta: «Señor, existe todo aquello que pueda usted pagar». ¡Ahh! Pues no se hable más. Cuesta un ojo de la cara, pero Antonio no repara en el gasto. Y al final del capítulo le hace entrega a Merche de la joya fabulosa, mientras suena una estrofa de aquel tema que popularizó Gloria Lasso, Luna de miel, y que dice concretamente: «Nunca sabré cómo vino esta luna de miel». O sea que nos han servido en bandeja un chiste fácil: esta luna de miel con joya tan fastuosa vino de Panamá. ¡Ahh! Qué infortunio tan fatal para Imanol y Ana emitir precisamente ahora este trance.

LA SOLDADA DE RAMÓN Y ANNE .- Sigamos con la pasta. Ha comunicado TVE que no va a desvelar lo que cobran Ramón García y Anne Igartiburu por hacer el show de las campanadas de fin de año. Esta vez estoy de acuerdo con la dirección de TVE. Es mezquino, e inútil, publicar lo que cobran los presentadores. Lo que debe hacer esta gran cadena estatal, y pública, es informar de lo que cuesta, globalmente, cada programa. Junto a los títulos de crédito, pongan la pasta que nos ha costado.