Veinte años de la edición catalana de EL PERIÓDICO

Una aventura nada trivial

Fue una apuesta por la convivencia y por la cohesión de Catalunya a través de un diario popular

Trivial Pursuit catalan

Trivial Pursuit catalan / periodico

JOSEP MARIA FONALLERAS

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El recuerdo que tengo de la edición en catalán del PERIÓDICO se basa, sobre todo, en la campaña que sirvió para que fuera más visible aquella apuesta arriesgada por ser el primer diario que sacaba a la calle un mismo producto en las dos lenguas de uso normal en el país. Fue un trabajo muy aleccionador y divertido. Era una versión catalana del Trivial Pursuit, con todas las de la ley, no solo redactada en catalán sino con referentes catalanes. Se nos encargó el comisariado de la cosa (en otras palabras, la manufactura del producto) a Màrius Serra y a mí, y nosotros delegamos a amigos y conocidos, todos especialistas en cada uno de los «cachirulos» (siempre les he llamado así) del conocido juego de mesa. Desde la geografía a la literatura, pasando por los espectáculos, la política, el deporte o la historia, tratamos de redactar preguntas que nos hicieran reír y nos obligaran a pensar.

Trabajo hercúleo

Fue un reto paciente, perseverante y con perspectiva, un trabajo hercúleo que nos reportó unas ganancias personales incalculables. Nunca más perdí al Trivial. Bueno, hasta que alguien descubrió que las preguntas eran mías y que yo sabía todas las respuestas. Desde entonces, me prohibieron jugar a la versión de EL PERIÓDICO.

La anécdota me sirve para decir que aquella aventura (no la del juego, sino la del diario) no fue nada trivial. Entonces, hace 20 años, significó un intento de recuperación de la normalidad lingüística en la prensa del país, no sin dificultades, tanto las técnicas como las empresariales. Fue un gesto que creo que no es exagerado calificar de altruista, porque tras la legítima (¡faltaría más!) voluntad de agrandar el grueso de lectores había, ciertamente, un afán de ensanchar el campo de acción (e influencia) del catalán. Fue, en definitiva, una apuesta por la convivencia y por la cohesión de Catalunya, en un diario de raíz popular que llega a muchos lectores, con muy diversas filias e ideologías, de estratos sociales diversos, con diversos intereses.

Que la lengua catalana diera este paso adelante fue muy importante para la propia lengua (modernización, adecuación a un entorno diferente, dinamismo social) y también para el conjunto de la sociedad. 

En los años que llevo trabajando en el PERIODICO, la redacción de textos en catalán y castellano me ha enseñado algo que ya sabía en teoría pero que la práctica diaria certifica. Que las lenguas tienen un mundo y describen un universo propio, y que también se explican las unas a las otras y, en convivencia, dialogan y te enseñan rincones (al lector y al periodista) que una sola lengua quizá no sabría descifrar en solitario. 20 años es una cifra considerable, respetable. Un punto de partida para hacer 20 más. Y para aprender cada día.