tú y yo somos tres

Un payés reparte calabazas

FERRAN MONEGAL

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Se dio a conocer en un foro rimbombante plagado de empresarios, banqueros y gente importante. Le vieron y creyeron que era como un detalle agropecuario que habían puesto allí para amenizar la velada. Pero se puso a hablar y a todos les cambió la cara. Les soltó: «No soporto ver a gente que vive tan bien cuando hay gente que no puede llegar a fin de mes. Les miro y me muero de asco». ¡Ahh! Ha pasado solo una semana de esa memorable y heterodoxa intervención, pero este agricultor ecologista de Alboraya, que se llama Vicent Martí, ya tiene a todos los programas de televisión detrás de él, disputándoselo. La madrugada de ayer estuvo en 'La Sexta noche'. Se presentó con un capazo de hortalizas de su huerta. El presentador, Iñaki López, agarró una calabaza y le preguntó: «¿A quién cree usted que podríamos regalársela?». Y Vicent contestó: «A Rajoy». Pero dado que el presidente del Gobierno no estaba entre los allí sentados, Vicent rogó a Iñaki que se la diera al periodista Paco Marhuenda, como opción más similar a don Mariano. El agricultor valenciano tomó entonces la palabra. Dijo: «Cultivamos un producto de calidad, que no genera residuos, y nos pagan cuatro perras. No podemos vivir. Nos están jodiendo de mala manera. Cuando el producto llega a la ciudad, está superencarecido. El negocio es para los grandes lobis: las multinacionales y los bancos. Se lo quedan entre cuatro sinvergüenzas. No se puede consentir tanta represión. Tanta dictadura. Esto no es una democracia, ¡es una mentira!». El público aplaudió. Pero el receptor de la calabaza, disgustado, lanzó al presentador -y por extensión a toda La Sexta- una advertencia: «Somos el mayor grupo de comunicación de España ¡y aquí a machacar a los banqueros y a los empresarios! ¿Queréis el modelo comunista? ¿Eso os mola? ¡Tiene narices todo esto!». ¡Ahh! No es la primera vez que el director de 'La Razón', tertuliano fijo en este programa, se enfada con La Sexta por algún invitado ocasional que él cree inconveniente y no deseable. No le gustan este tipo de discursos perniciosos para el 'statu quo'. A dos meses de las elecciones generales, todavía menos. O sea, que a estas criaturas no se las debe invitar. Irradian una ideología que considera de gran peligrosidad.

Es curioso: la irritación de Marhuenda, siendo auténtica, o sea, sin ser en absoluto teatral, en el fondo lo que hace -además de retratarlo- es ayudar a dibujar más espectáculo.