Un 'pata negra' para Sánchez

JUANCHO
Dumall

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Como el fútbol, la política también es un estado de ánimo. Lo sabe bien Pedro Sánchez, quien ha pasado en su particular montaña rusa por sucesivas fases de gran esperanza blanca de la renovación del PSOE a presunto fiasco como secretario general; de candidato que llevaba frescura y buena percha al cartel electoral de los socialistas a figurín que perdió el debate a cuatro ante Albert RiveraPablo Iglesias y Soraya Sáenz de Santamaría; de dirigente irresponsable capaz de pactar a cualquier precio para mantener el sillón a político arrojado que ha desatascado la situación de bloqueo surgida de las últimas elecciones.

Sánchez vive horas de euforia. El sábado consiguió meter un gol por la escuadra a los barones socialistas cuando anunció que un hipotético acuerdo de investidura o de gobierno será consultado a las bases. Después, aprovechó la indecisión de Mariano Rajoy para emerger como el aspirante más serio a ser el próximo presidente del Gobierno. Todos los focos le apuntan, mientras que en esa clasificación tan etérea como es la de la valoración de los líderes por la opinión pública, Sánchez aparece hoy crecido, como un dirigente adulto, abandonados por fin los tics de la adolescencia.

Cuatro semanas duras

Pero, cuidado, los estados de ánimo relacionados con la política son cambiantes como los vientos. El aspirante a presidente se enfrenta ahora a un maratón negociador de tres o cuatro semanas que estarán llenas de incomprensiones y sinsabores y que pueden acabar en fracaso. Y si es así, habrá un ejército de enterradores del actual hombre de moda.

Sánchez, por si acaso, ha enviado una señal de tranquilidad con los nombres de su equipo negociadorequipo negociador. Hay experiencia -la que aportan Jordi Sevilla o Rodolfo Ares, por ejemplo- moderación -la de Antonio Hernando- y, sobre todo, hay un guiño hacia el partido con la incorporación del incombustible José Enrique Serrano, quien, siempre lejos de las cámaras, ha sido brazo derecho, atención, de Narcís SerraFelipe GonzálezJoaquín Almunia y José Luis Rodríguez Zapatero. Un pata negra del PSOE para que nada se salga de madre.