Un nuevo RETA para los autónomos

Carles Campuzano

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Esta semana en la CatDem, el Grupo de CDC en el Congreso hemos organizado una sesión de trabajo sobre la reforma global e integral que necesita el Régimen Especial de Trabajadores Autónomos (RETA) de la Seguridad Social. Éste es un eje que ha sido y continuará siendo prioritario en nuestra acción política en el Congreso de los Diputados.

La sesión ha contado con una intervención primera del Catedrático de Derecho del Trabajo y de la Seguridad social de la Universidad de Valencia, el Dr. Juan López Gandia. También hemos escuchado las aportaciones de las voces de los autónomos representantes por ATA-Pimec,  CTAC y CECOT.

Ha sido una sesión útil, que nos ha aportado ideas para avanzar en la reforma que los autónomos hace tanto tiempo aspiran.

ALGUNAS IDEAS PREVIAS

Más del 85% de los autónomos cotizan por la base mínima. Esta circunstancia comporta que las pensiones que recibirán en el futuro sean muy bajas; mucho más bajas que aquellas que recibirán los trabajadores por cuenta de otro.

El trabajo autónomo está creciendo y lo hará más en los próximos años. Hoy representa en el conjunto del Estado un 16,75% del conjunto de cotizantes en la Seguridad Social, en frente de un 14,3% de media en el resto de Europa. Alrededor de un tercio de las nuevas altas en la Seguridad Social son autónomos.

En Catalunya estamos hablando de 541.000 personas, dadas de alta como autónomos. En el conjunto del estado son 3.181.616 personas.

Los autónomos tienen muy poca información sobre el funcionamiento del sistema de pensiones.

Los autónomos son también un colectivo donde se producen situaciones de vulnerabilidad y fragilidad, tal como la crisis ha puesto de manifiesto.

Las reformas de las pensiones llevadas a cabo en los últimos años no han tenido en cuenta las características especiales del trabajo autónomo.

A pesar de las mejoras en su protección social, el RETA no garantiza una protección equiparable a la que reciben los trabajadores por cuenta ajena.

ALGUNAS IDEAS PARA LA REFORMA

Necesidad de incrementar la transparencia y la información sobre las pensiones futuras de los autónomos en base a su esfuerzo contributivo vía cotizaciones a la Seguridad Social.

Incrementar la confianza en la sostenibilidad del sistema público de pensiones, considerando las cotizaciones sociales como inversión rentable y segura.

Abordar una reforma global del RETA que vincule el esfuerzo de cotización a la Seguridad Social a nivel de ingresos y beneficios de su actividad económica, de carácter progresivo, que tenga especialmente en cuenta los primeros 2 años del inicio de la actividad emprendedora, introduciendo una tarifa planta, y los momentos de descenso de sus ingresos así como la diversidad de realidades que conviven bajo el concepto de autónomos. Al mismo tiempo habría que introducir flexibilidad tanto en los pagos de las cotizaciones, que deberían ser cuatrimestrales, como también en los supuestos de aplazamientos voluntarios de este pago.

Se debería tener en cuenta también, y de manera específica, las largas carreras de cotización de muchos autónomos y la existencia del trabajo a tiempo parcial de muchas otras.

Una reforma de este tipo pide una efectiva transparencia sobre los ingresos fiscales de los autónomos.

Una referencia a tener en cuenta es el sistema de autónomos del Reino Unido.

Hay que superar una regulación del trabajo autónomo que de por hecho el fraude social y fiscal en este campo.

Promover instrumentos específicos e innovadores para complementar las pensiones públicas que reciban los autónomos.

Habría que analizar la posibilidad de incorporar el concepto de “cuentas nacionales”, tal como han hecho en algunos Estados europeos, para dar más transparencia al sistema de pensiones.

Las cuestiones y los impactos de género se han de tener en cuenta.

Queda claro que los ingresos de las cotizaciones en la Seguridad Social no pueden financiar otras políticas públicas, especialmente  los incentivos en la contratación.

No se puede despreciar el vínculo entre crecimiento económico, competitividad, creación de ocupación y niveles de cotizaciones en la Seguridad Social.