El turismo en BCN: beneficio y preocupación

En la Història del turisme a la ciutat de Barcelona, un interesante trabajo coordinado por la profesora de la Universitat de Girona Saida Palou, hay una reflexión pertinente de Jaume Subirana que resume la situación actual: «La ciudad ha pasado en 30 años de vivir para ser enseñada a vivir de ser enseñada». Avala esta reflexión el hecho de que más del 15% del PIB barcelonés se debe a la actividad económica que genera el movimiento turístico. Tener vida propia o ser un escaparate ciertamente lucrativo: esta es la esencia de la discusión que está sobre la mesa. En la encuesta del Informe sobre la Actividad Turística 2016 del Ayuntamiento se percibe la diversidad de pareceres de los ciudadanos. Aunque siguen siendo una gran mayoría (un 86’7%, algo menos que hace años) quienes piensan que es económicamente beneficioso, por primera vez se da el caso de que se imponen aquellos que creen que la marca Barcelona ya ha tocado techo en cuanto a la capacidad de la ciudad para hacer frente al fenómeno. En especial, se distinguen porcentajes del 60% y 70% en los barrios y distritos más afectados, como el Gòtic, Ciutat Vella, la Barceloneta o Poblenou. El reto del futuro es compaginar estas dos fuerzas opuestas, antagónicas, en la línea establecida por el Plan Estratégico 2020 y por el Plan Especial Urbanístico de Alojamiento Turístico (PEUAT). Como advierte la doctora Palou en el citado trabajo, «no solo se trata de vender, sino también de planificar, limitar y regular».