Al contrataque

TTIP

MANEL FUENTES

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El Banco Central Europeo inició ayer su programa de compra de activos públicos y privados a gran escala. Una lluvia de 60.000 millones de euros mensuales antideflación para aliviar la economía europea y ahuyentar a los lobos estresadores de primas de riesgo. Draghi ha asegurado que la manguera antincendios tiene chorro más allá del 2016, con lo que nos esperan semanas de oasis para las deudas públicas si no hay nuevos accidentes, con lo que más de uno va a salir a la palestra a sacar pecho y asegurarnos que las cosas van bien.

Y nosotros vamos a tener que escuchar la enésima versión del cuento de la lecheraGuindos ya vaticinó la semana pasada cinco años de crecimiento a más del 2,5%, pero que nadie se lleve a engaño. Antes de esta crisis, aquí se creaba empleo nuevo a partir de un crecimiento de más del 2%, pero ahora algo ha cambiado. La crisis en la que estamos es sistémica y coincidente con una revolución tecnológica que necesita menos humanos para hacer funcionar el mundo, por lo que debemos ser más prudentes que nuestros políticos antes de lanzar las campanas al vuelo. En todo caso, la manguera antincendios de Draghi, aunque llegue con años de retraso nos trae buenas noticias. Menos estrés de las finanzas públicas incentivando un poco la inflación y devaluando el euro para hacerlo más competitivo fuera. Zanahorias que nos van a venir muy bien pero que no deben distraernos de otra gran operación que está a punto de fraguar.

Antes de que termine el año, Angela Merkel -o sea, lo que nosotros entendemos por Europa- pretende cerrar lo que llaman acuerdo de libre comercio e inversiones con Estados Unidos. El famoso TTIP que desde hace casi un año levanta suspicacias en algunos países europeos por el secretismo de algunos acuerdos y el temor de algunas empresas de que, en caso de litigio, más que los arbitrajes nacionales se impongan los internacionales y que los grandes bufetes de abogados americanos entren a dominar la partida. Habrá más negocio, pero habrá que ver para quién. Los americanos van por delante. Algunos ven que esta es la primera piedra de una nueva desestabilización de la UE, con nuevas pérdidas de empleo y de PIB en algunos países. No hay que ser alarmistas, pero tampoco hay que olvidar que el capitalismo se regenera encontrando nuevas desigualdades. Y que Europa está en reconstrucción y con las grúas paradas.

La desregulación

Draghi usa ahora la manguera, pero no tenemos una Reserva Federal ni quórum entre los países para consensuar una política fiscal común. En la partida con EEUU vamos muy por detrás. Y ahora el juego se llama TTIP. Unas siglas que cuando aparecen me transportan a años atrás, cuando Pere Portabella me hablaba de los llamados acuerdos de Washington, que nos han condicionado en estos años de desregulación. No bajemos la guardia.