Tsipras salva la piel

«Si gana el 'no', Alexis Tsipras saldrá fortalecido y empezarán nuevas negociaciones con los chacales. No esperen que el programa de ajuste sea más suave, pero esto le dará a Tsipras la ventaja de retroceder sin perder su dignidad política. No creo que esté preparado para un choque hasta el final», asegura el periodista Kostas Pliakos.

El cierre de la campaña de Syriza en la plaza Syntagma era una fiesta, no el funeral que se suponía dado el mensaje apocalíptico dominante. La palabra dignidad (axioprépeia) fue la más repetida. La paradoja es que los partidarios del 'no' quieren seguir en el euro y los del 'sí' rechazan más austeridad. Ambos viven en una sociedad exhausta.

«Aunque Tsipras repite que la victoria del 'no' significa negociar desde una posición de mayor fuerza, corre el riesgo de quedarse sin negociadores y unos pagos pendientes que empujen el país a la bancarrota y a salir del euro», asegura Mariangela Paone, autora de 'Las cuatro estaciones de Atenas' (Libros del KO). «El protagonista vuelve a ser el BCE; si retira toda la ayuda a los bancos helenos forzaría el 'Grexit'», añade.

El problema de fondo es que la UE no quiere que Grecia cambie de moneda, quiere que cambie de Gobierno. Los Junker (¿nadie recuerda ya LuxLeaks?), Merkel y Rajoy prefieren  Nueva Democracia (ND), el partido que mintió en las cuentas asesorado por Goldman Sachs para entrar en el euro. ND y el PASOK (solo 4% en las últimas elecciones) son los creadores del actual Estado clientelar y corrupto.

Syriza no generó el problema, lo ha heredado. Sus errores son de estrategia. Para Paone, el principal es que «no supo aprovechar las tímidas aperturas en Francia e Italia». Pliakos añade: «El mayor error de Tsipras fue creer que podía llegar a un acuerdo digno. Debió convocar la consulta cuando todavía tenía dinero. Ahora es muy tarde».

El segundo gran problema es económico: la medicina aplicada está matando al enfermo, y todos lo saben. Los dos rescates y sus consiguientes programas de ajuste no han funcionado: las pensiones han caído un 37%, el paro ha crecido hasta el 27%, en el caso del juvenil por encima del 50%, la economía del país se ha desplomado un 27%.

No hay rescate a los griegos, que solo han recibido el 10% de los 240.000 millones de euros aportados. El 90% se ha destinado al rescate de bancos (franceses y alemanes) entrampados en la compra de deuda griega, informa 'Alternativas Económicas'.

Hasta el FMI de Christine Lagarde, en pelea con Varoufakis, ha reconocido que la deuda es impagable. Es significativo que una de las patas de la troika lance su recomendación en vísperas de la consulta desoyendo al Eurogrupo que trató de posponer su publicación.

El informe es un balón de oxígeno; demuestra que se seguirá negociando a partir del lunes pase lo que pase hoy (si el BCE, es decir Berlín, no ahoga) y que algunas peticiones del Gobierno griego son asumibles.

El FMI maneja una quita de la deuda (que Tsipras cuantifica en un tercio) y un periodo de gracia de 20 años para las deudas actuales, además de una inyección de 51.900 millones de euros durante tres años.

Tsipras necesita la victoria del 'no' para seguir como primer ministro, y necesita que sea clara. Las encuestas reflejan un empate, pero las encuestas son parte del juego del miedo. Descalificar el discurso de Syriza no se sostiene cuando tres premios Nobel de Economía: Amartya Sen, Paul Krugman y Joseph Stiglitz piden cambios ante el fracaso del ajuste.

«Lo que más me ha sorprendido al regresar a Atenas es comprobar que muchos partidarios del no dicen que volver al dracma no puede ser peor de lo que están viviendo. Su idea de fondo es 'sufriremos, e incluso más durante cierto tiempo, pero lo habremos decidido nosotros, no la troika'», afirma Paone.

Grecia celebra el 28 de octubre el 'Oxi Day', el Día del No; el que dieron al ultimátum de los fascistas italianos que amenazaban con invadirles. Hubo invasión y fracaso de Mussolini que no pudo con la resistencia griega hasta que acudió Hitler en su auxilio. No conmemoran la guerra, ni el millón de muertos, solo celebran la dignidad.