No a Tsipras aunque traiga regalos

Todo parece indicar que el primer ministro griego perderá paselo que pase en el referéndum del próximo domingo

LUIS BOUZA

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Tras interrumpir las negociaciones con el Eurogrupo el sábado, el primer ministro griego Tsipras anunció la convocatoria de un referéndum en el que pedirá al pueblo que se pronuncie contra la propuesta europea. El Eurogrupo advirtió que consideraba rotas las negociaciones y de manera extraordinaria continuó reunido sin el ministro griego Varufakis para coordinarse ante la probabilidad de que Grecia saliera del euro. La instauración de un corralito bancario desde el lunes, el impago al FMI y la finalización del programa de ayuda de la UE el martes hacen planear una posibilidad que se había alejado finalmente tras cada negociación.

Ayer miércoles, en lo que algunos han presentado como una capitulación, Grecia señaló que se avenía a casi todo lo propuesto por el Eurogrupo. Sin embargo, los socios europeos le han indicado que no hay nada que negociar mientras se mantenga el referéndum. Parece que Tsipras perderá pase lo que pase el domingo: si los griegos votan , la oposición, parte de su partido y la UE lo considerarán desautorizado para encabezar el nuevo rescate. Pero si votan no tampoco parece claro que pueda negociar con los socios europeos que consideran que su propuesta caducó el martes junto con el segundo rescate. Grecia se encontrará sin liquidez ni acceso a los mercados y abocada a una salida del euro si no hace concesiones, aunque Syriza siempre garantizó la permanencia de Grecia en el euro.

Pendientes del domingo

¿Qué pasará el domingo? Algunos piensan que en caso de victoria del sí, Tsipras podría dimitir y convocar elecciones. Pero dichas elecciones quizá no modificasen el escenario -Syriza se acercaba a la mayoría absoluta en los sondeos publicados hasta la semana pasada- y no dejarían margen para una última negociación: el día 20 de julio Grecia tiene que hacer un pago al BCE y su suspensión significaría el hundimiento del sistema bancario griego. A pesar de lo enconado de las posiciones, la salida de Grecia del euro es un coste que la UE intentará evitar. Quizá Tsipras podría encajar la derrota manteniéndose como primer ministro responsable de la política interior al frente de un gobierno de unidad nacional con una especie de superministro europeo.

¿Es el referéndum griego el farol de un jugador desesperado? Es más bien una estrategia comprensible aunque arriesgada. Syriza es una coalición de partidos que gobierna con los nacionalistas Griegos Independientes. Si Tsipras aceptaba recortes a cambio de la prórroga del segundo rescate hubiera podido provocar la caída de su gobierno. Quizá su intención fuera convocar el referéndum para perderlo y tener un nuevo mandato popular. Pero si era ese el caso, no ha logrado coordinar la estrategia con el Eurogrupo que ha aprovechado la oportunidad para llevar al límite a un gobierno recién elegido que representa una versión suave del euroescepticismo. Además del grave problema democrático, la negociación griega puede consolidar el discurso que afirma que no hay reforma posible de la UE.