Trump, entre la nube y la tormenta

El exdirector del FBI, James Comey.

El exdirector del FBI, James Comey. / REUTERS / JONATHAN ERNST

RAFAEL VILASANJUAN

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¿Han visto 'House of Cards'? La serie que durante varias temporadas mostró cómo funcionan las tripas del poder en los pasillos internos que van de la Casa Blanca al Capitolio es premonitoria de otro castillo de naipes, el que puede acabar con la presidencia mas controvertida de la historia de los EEUU. Si todavía no la han visto, no hace falta, <strong>la declaración de James Comey</strong>, director del FBI despedido por el Presidente Donald Trump es el primer capítulo de un serial de proporciones mayores y este sí está basado todo en hechos que han sucedido.

La injerencia de Rusia en los asuntos de la primera potencia mundial no es un asunto menor, pero no es eso lo que se juzga, al menos por ahora. Lo que esta en cuestión es si Donald Trump intentó influir para que el FBI, a través de su director, ahora despedido -tal vez también despechado-, no siguiera investigando la posible conexión. El testimonio escrito enviado al senado de las nueve conversaciones que James Comey mantuvo con el presidente, no dejan lugar a dudas. Empezamos a conocer a Trump cuando se siente incómodo y las revelaciones de que uno de sus peones, el Consejero de Seguridad Nacional Michael Flynn, figuraba entre los papeles como el  principal eslabón de la trama rusa, le llevaron a saltarse el principio de independencia en las investigaciones del FBI.  Ante la evidencia de los contactos, como en un tablero de ajedrez, el presidente dejó caer a su peón consejero para evitar un mal mayor, pero no calculó los efectos de intentar matar la investigación.

La cuestión para muchos es saber si el testimonio de James Comey, puede ser el principio de la caída de Donald Trump. Procesar a un presidente en EE.UU no es fácil, pero es posible si el Congreso asume que intentó obstruir la investigación. Las acusaciones de Comey en el Capitolio todavía necesitan sustanciarse y aun así, para retirar a Trump de sus responsabilidades se necesitaría una mayoría de dos tercios en el Senado, algo improbable porque para eso hasta los republicanos tendrían que condenarle y hoy por hoy la mayoría tiene dos buenas razones para no hacerlo. La primera es que si la política de Trump es esperpéntica, mas aun sería dejar el país en manos de un vicepresidente anodino, también salpicado por la conexión rusa. La segunda, mas importante, es que si Trump es imprevisible en la Casa Blanca, el apoyo que puede tener fuera, si lo sacan, puede ser aun peor.

Pero el relato solo ha hecho que empezar. Comey acusa a la casa Blanca de mentir sobre las causas de su despido. Otro mas en la lista de errores que el presidente ha cometido en su relación con quien era director del FBI. La frecuencia de conversaciones que mantuvo con él a solas, hasta nueve en cuatro meses, ya indica que había algo incómodo. Según Trump, la conexión rusa y las investigaciones que estaban llevando a cabo eran como una nube que le impedía hacer bien su trabajo. En vez de quitársela, la nube se ha hecho grande y ahora amenaza tormenta.