La clave

Triunfo claro, mandato insuficiente

Las dificultades para investir presidente y conciliar programas electorales anticipan un etapa de ingobernabilidad y otra legislatura interrupta

ENRIC HERNÀNDEZ

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Con una afluencia récord a las urnas, a la altura de lo que estaba en juego, el bloque independentista se ha proclamado claro vencedor de las elecciones del 27-S, si las analizamos como unas autonómicas clásicas. Pero ni Artur Mas, ni su candidatura, Junts pel Sí, ni sus potenciales socios de la CUP concebían este envite como unos comicios orientados a renovar el Parlament e investir a un president que forme Govern, sino como un plebiscito sobre la independencia que les otorgara un «mandato democrático» para impulsar la hoja de ruta hacia la secesión. Y, desde esta óptica, el mandato electoral de que dispone Junts pel Sí es a todas luces insuficiente para la magnitud del empeño que pretende acometer.

Para empezar, la coalición conformada por CDC y ERC, apuntalada por las entidades soberanistas, ha perdido nueve escaños y casi cinco puntos porcentuales de voto respecto a las elecciones del 2012, lo que empaña la victoria electoral de Junts per Sí y siembra dudas sobre la reelección de Mas como president, ahora en manos de una CUP cuya abstención no bastaría para proporcionarle un tercer mandato. CDC y ERC suman hoy los mismos escaños que CiU obtuvo en solitario en el 2010.

«No ayudará en nada»

Puesto que el propio Mas no se ha cansado de subrayar que los votos que no cosechara Junts pel Sí se computarían en el bloque del no, el resultado de su plebiscito le ha resultado desfavorable: 50,5% de votos contrarios a la independencia unilateral (Ciutadans, PSC, Catalunya Sí que es Pot, PP y Unió) frente al 47,8% de papeletas independentistas. Además, el pasado jueves el líder de Convergència vaticinó que si Europa no reconoce a la Catalunya independiente «todo esto quedara cojo», y alertó que en Bruselas el voto a fuerzas soberanistas distintas de Junts pel Sí (la antieuropeísta CUP, a la que no citó) «no ayudará en nada». Ante la UE, pues, el mandato que podrá esgrimir el independentismo es solo de 62 diputados y menos del 40% de votos.

Junto a ello, las dificultades para investir presidente y conciliar programas electorales anticipan un etapa de ingobernabilidad y otra legislatura interrupta.