Trias, las desigualdades y el liderazgo

LAIA BONET

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El pleno municipal celebrado este viernes 31 de enero traía --teóricamente-- a debate "el estado de la ciudad" y se desarrolló a partir de un informe, presentado a lo largo de la semana por el equipo de gobierno bajo el título de "Barcelona 2014. El compromiso con las personas y la creación de puestos de trabajo".

La semana anterior, PP y CiU juntos, se habían opuesto frontalmente a planes específicos para los barrios en la lucha contra la creciente desigualdad a propuesta del Grupo Municipal Socialista. Estaba presente, personalmente, en aquella sesión, en la que el alcalde Trias ni se dignó a hablar. Sentí una profunda tristeza e indignación. No se puede ser más insensible, ni esconder más --como hace habitualmente-- la cabeza bajo el ala. Trias calla cuando tiene que hablar, y se opone, sin argumentos, a propuestas concretas como la creación de 10 nuevas guarderías en los próximos dos años, un plan de choque a favor de la ocupación juvenil, el apoyo a los alquileres de protección o una Renta de Garantía Ciudadana, entre otras medidas. El auténtico gobierno CiU-PP mostró, una vez más, su alianza.

El pleno del viernes intentaba ser una respuesta --fallida-- a las críticas reiteradas desde la oposición socialista y de izquierdas a la creciente desigualdad entre los barrios, a las políticas destinadas al centro en detrimento de la periferia y a la inacción en materia de trabajo, formación y actividades generadoras de ocupación más allá de la promoción turística. Los datos son concluyentes: 55 de los 73 barrios de Barcelona están por debajo de la media de ingresos familiares. La Barcelona a dos velocidades, fracturada y dividida es un riesgo real que nos afecta a todos.

Trias, finalmente, reconoció el incremento de la desigualdad social ("fractura social", para ser exactos). Podríamos decir que no tiene más remedio que hacerlo, a pesar de que culpa, sin embargo, a los anteriores gobiernos de izquierda de la ciudad. Alguna parte de responsabilidad pueden tener las anteriores administraciones, pero la cuestión ahora es que CiU no actúa, que la ciudad dispone de recursos que podría movilizar en la lucha contra la crisis y la desigualdad y que el equipo de gobierno es incapaz de construir una política de consenso en torno a una cuestión fundamental para la ciudad. El "reconocimiento" y el voto favorable de CiU a la propuesta de la PAH (elaborar un censo de pisos vacíos propiedad de bancos y la posibilidad de multarlos si no se ocupan) se tiene que interpretar en la línea de no querer quedar totalmente aislado en el frente social. Pero Trias solo quiere titulares, simplemente, no un cambio de políticas ni de prioridades. Este es el problema. Por eso es necesario construir una alternativa.

Mientras la fractura social se incrementa, la factura de los alquileres está llevando a las tiendas históricas al cierre. Este viernes el Colmado Quílez se ha añadido a la lista de tiendas tradicionales que desaparecen, coincidiendo con el debate en el pleno municipal. Las vagas promesas del alcalde de que el Ayuntamiento reaccionaría (elaboración de un catálogo), contrastan con el hecho incuestionable de que se aprobó en el mismo pleno -con los votos de CiU y PP, una vez más-- el proyecto de rehabilitación y transformación del edificio en que se encuentran la chocolatería Fargas (1827) y la filatelia Monge en la calle del Pi. Los dos establecimientos tendrán que cerrar y dejar paso a unas galerías comerciales. Es evidente que el Ayuntamiento tendría que ser más claro y contundente y aprobar un plan de protección para este tipo de tiendas como hay en otras ciudades europeas, como París, por ejemplo.

Trias, ni hace, ni resuelve, ni escucha. Las declaraciones y críticas de la Fundació Barcelona Comerç o de Barnacentre son muy reveladoras: "No nos han hecho caso, y se están cargando la clase media comercial. En poco tiempo no quedará nadie. Todo serán grandes operadores, la mayoría extranjeros. Y cuando el alcalde quiera resolver problemas o saber qué pasa en su ciudad tendrá que coger el avión y viajar a Londres o Paris".

Aún estamos a tiempo. Se tiene que construir la alternativa al gobierno conservador de CiU y PP (también se opusieron el viernes a la creación de una comisión de estudio en el ámbito del Ayuntamiento sobre la situación de los internos y el respecto a los Derechos Humanos del Centro de Internamiento de Extranjeros (CIE) de la Zona franca). Trias ha superado un pleno más, gracias al apoyo del PP. Como he dicho otras veces, Trias practica la idea de 'qui dia passa, any empeny'. Pero mientras él pasa de puntillas, y pasa de los problemas reales de la ciudad y la ciudadanía, Barcelona sufre y pierde un tiempo vital para resolver los problemas y abordar los retos. Tenemos un alcalde que no hace de alcalde, sino que ocupa el cargo. Este es el problema.