Las trampas del euro por receta

Una usuaria abona el euro por receta en una farmacia de Barcelona.

Una usuaria abona el euro por receta en una farmacia de Barcelona. / periodico

Joaquín Romero

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Elrecurso del Gobierno central contra el euro por receta en Catalunyahabía sido anunciado tiempo atrás. También ha advertido de que recurrirá el de la comunidad madrileña. Ambas medidas responden a razones legales, de competencias. Si solo obedecieran a cuestiones ideológicas o de prevención anticatalana, como se dice en algunos ambientes, el Gobierno no pleitearía contra la misma medida aplicada por la autonomía madrileña, que está gobernada por el PP.

Pero al margen de este aspecto, que no deja de ser lateral, cabe preguntarse por qué el Govern decidió ahorrar en gasto farmacéutico poniendo en marcha el euro por recetacuando sabía que desde Madrid se estaba implementando para toda España un aumento delcopago demedicamentos, tanto para trabajadores en activo como para jubilados. ¿Por qué no aprovechar ese incremento del copago en lugar de crear otro?

O, incluso, ¿por qué no tomó otras medidas? Por ejemplo, qué razón puede explicar que los hospitales públicos catalanes no dispongan de unacentral de compras, un departamento desde el que se negocien las adquisiciones de medicamentos a los laboratorios para todo el sistema hospitalario público.

Sin duda sería un instrumento de ahorro, máxime teniendo en cuenta que los fármacos más caros ya no se dispensan en las oficinas de farmacia, sino desde los propios hospitales. En teoría, esa exclusividad se aplicó en razón del precio de los productos ¿demasiado caros para que su venta siguiera en manos de los botiguers/farmacéuticos-, pero cada hospital compra por su cuenta obviando las economías de escala que podrían obtenerse si cada fabricante tuviera enfrente a un único comprador para todos los centros.

Es difícil calcular el ahorro que se obtendría con una central de compras, pero hay quien se ha molestado en hacer una aproximación. El hospital 12 de Octubre, de Madrid, pagó casi dos millones de euros más que La Paz, también de la capital, en la compra de los mismos 214 medicamentos en el 2011. Son datos de la Cámara de Cuentas de Madrid. En la adquisición de un producto, un centro puede pagar casi el 40% más que otro, simplemente por la política comercial del departamento que se encargue de ello, por la habilidad de su jefe de compras. O por su honradez.

Desde diciembre pasado, existe una central de compras global, creada por el Gobierno central para todos los hospitales del sistema público. Participan en ella 14 autonomías. Todas menos Andalucía, que tiene una propia ¿mal diseñada, por cierto, dado que ha provocado problemas de abastecimiento en varias ocasiones- País Vasco y Catalunya.

Desde el punto de vista político no hay una razón que justifique la imposición del euro por receta antes que el ahorro en las compras públicas de medicamentos. Y mucho menos desde el punto de vista ético. Aunque no estuviéramos rodeados, como estamos de corrupción ¿que ya ha tapado la suspensión cautelar el cobro del euro por receta en Catalunya-, no hay ningún motivo que justifique que cada hospital tenga relación directa con los laboratorios y los distribuidores. Ninguno confesable.