La rueda

La torpeza de Gordó

La alusión a los Països Catalans arruina el acercamiento con Valencia y Mallorca

JOSÉ A. SOROLLA

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Después de 30 años de dominio abrumador del PP y de anticatalanismo militante, el socialista Ximo Puig, en alianza con Compromís, gobierna la Generalitat valenciana. Se abre la posibilidad de que TV-3 pueda volver a verse en Valencia. Lo mismo ocurre en Mallorca. La socialista Francina Armengol se convierte en presidenta, expresa su intención de volver a participar en el Institut Ramon Llull, que abandonó el PP, y anuncia el final del trilingüismo en la escuela, ese invento de José Ramón Bauzá cuya única intención real era relegar el catalán.

Y en eso llega el conseller de Justícia de la Generalitat,  Germà Gordó, y despierta los demonios de los Països Catalans al afirmar en la Universitat Catalana d'Estiu que la Constitución de la hipotética Catalunya independiente sería «lógico» que previera la extensión de la nacionalidad catalana a los habitantes de la «Catalunya Nord, la Franja de Ponent, les Illes y el País Valencià, porque la construcción de un Estado no nos ha de hacer olvidar la nación completa». (Entre paréntesis: cuentan que cuando Tarradellas oía lo de «les Illes», así, sin apellido, siempre preguntaba con retranca: «¿Quines Illes?»). Anteriormente, la vicepresidenta valenciana, Mònica Oltra, ya había recomendado a la ANC que estudiara geografía, a raíz de la inclusión de la Comunidad Valenciana entre las comarcas de Catalunya en la Via Lliure de la Meridiana.

Más allá de que tanto Gordó como la ANC identifiquen la nación con la lengua, una idea propia del romanticismo alemán que es mejor olvidar, el caso del conseller es más grave porque representa a la institución aunque hable en la atmósfera independentista de Prada de Conflent. ¿Cabe mayor torpeza que resucitar el irredentismo de los Països Catalans cuando hay expectativas de mejora de las relaciones con Valencia y Mallorca? ¿O es que en la apuesta por la independencia ya nada importa? Y menos mal que Gordó era «el moderado».