Todos somos ETA, o casi

Si partidos democráticos y simples titiriteros son para el PP cómplices o colaboradores de ETA lo más probable es que usted, lector, también lo sea

ENRIC HERNÀNDEZ

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Sí, sí, no mire usted para otro lado. Usted también es o podría llegar a ser cómplice, colaborador e incluso integrante de ETA, esa organización terrorista que depuso las armas en el 2011 sin que hasta la fecha haya hecho amago de retomarlas. Puesto que las detenciones y deserciones han dejado a la banda criminal reducida casi a la nada, apenas nada hay que hacer para que a uno le encuadren en su entorno. Así que mucho ojito, que le estamos vigilando.

Fíjese si no en los dos titiriteros que se las ingeniaron para enaltecer a los pistoleros ante una audiencia infantil. Para ahorrarse represalias, los muy ladinos pusieron en manos de un títere una pancarta con el lema 'Gora Alka-ETA'. Pero nuestra justicia no es tonta: los llevó de patitas a prisión y solo los liberó tras cerciorarse de que no podrán reincidir, al haberles requisado marionetas y pancarta. ¡Menudo es el Estado de derecho!

Y, como los guardianes de la democracia jamás bajamos la guardia, el ministro Jorge Fernández Díaz ya ha dado la voz de alarma: ETA espera "como agua de mayo" un Gobierno apoyado por PSOE, Podemos, IU y PNV. Tan certero como sus predecesores Jaime Mayor Oreja y Ángel Acebes, los únicos que se percataron de que el Estatut de Catalunya lucía el sello etarra, Fernández Díaz sabe que los socialistas y sus potenciales socios tienen una "agenda oculta" para beneficiar a los presos etarras. A él no se la dan con queso.

12 millones de cómplices

Tirando del hilo argumental del ministro, es obvio que si Pedro Sánchez, Pablo Iglesias y demás tropa conspiran en favor de ETA estarían cometiendo un delito de colaboración con banda terrorista, al menos en grado de tentativa. Por extensión, también sus 12 millones de votantes serían cómplices de los etarras. Y hasta el jefe del Estado, que encargó formar a Gobierno a un filoetarra reconocido como Sánchez.

Claro que, bien mirado, que el PP relacione con ETA a sus rivales políticos y a artistas de medio pelo bien podría considerarse una grave trivialización del terrorismo catalogable como connivencia. Así que hágase usted a la idea: si todos los partidos y sus votantes son ETA, lo más probable es que usted también lo sea.