Todo recuerda a los años 90

Todo lo que está pasando tiene un aroma a años 90 que atufa. Hace dos décadas, había también una crisis económica causada por la depresión posparto de los acontecimientos de 1992, la Expo de Sevilla y los Juegos Olímpicos de Barcelona, que habían engrasado la máquina de la construcción y del dinero fácil. Ahora, la crisis, como consecuencia del estallido de la burbuja inmobiliaria y de los desastres del capitalismo financiero, es peor. Sufrimos las consecuencias de lo queAntonio Muñoz Molinallama muy acertadamente «los años del delirio» en su imprescindible ensayoTodo lo que era sólido(Seix Barral). A caballo de las dos crisis, desbordaron las alcantarillas. Entonces se destaparon, entre otros asuntos sucios, los favores delcaso Juan Guerraa principios de la década, el caso Filesade financiación ilegal del PSOE, la confesión de los asesinatos del GAL, el uso indebido de los fondos reservados, los robos y la fuga deLuis Roldán, el ingreso en prisión del «empresario modelo»Javier de la Rosay la revelación de los papeles y las escuchas del CESID. Ahora, la corrupción y la financiación ilegal de los partidos supuran sobre todo por los casosGürtel y Bárcenas, sin olvidar elcaso Palauo los ERE de Andalucía.

Y muchos de los personajes que animan el cotarro se repiten:Pedro J. Ramírez, aliado antes deMario Conde y ahora deBárcenas, o el actual defensor del extesorero del PPJavier Gómez de Liaño(condenado por prevaricación tras procesar en 1997 aJesús de Polancoe indultado porAznaren el 2000). Hasta ha aparecido en escena, en papel secundario por ahora,Miguel Durán,El Ciego,defensor del número dos de la trama Gürtel y correveidile deBárcenas. La gran diferencia es que en los 90 gobernaba un partido, el PSOE, que llevaba más de una docena de años en el poder y ahora de la llegada del PP y de Rajoyal Gobierno solo ha transcurrido un año y medio. Una diferencia que lo empeora todo.