5 titulares del barómetro del CEO que sólo leerás en EL PERIÓDICO

La correlación de fuerzas en el Parlament, según la última encuesta del CEO.

La correlación de fuerzas en el Parlament, según la última encuesta del CEO. / periodico

Sílvia Claveria

Sílvia Claveria

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1. El apoyo a la independencia (no) sube

Cada vez que hay una variación de cero-coma-poco en una de las preguntas del CEO, existe la tentación de aprovecharlo para llevar agua al propio molino. El porcentaje de partidarios de la independencia, por ejemplo, sube, es cierto, un 0,9 respecto al último CEO; el problema es que una variación de 0,9 está ampliamente dentro del margen de error estadístico. Si volvemos un poco atrás en la serie histórica podemos observar, en cambio, que el apoyo a la independencia había bajado en el último CEO 1,4 puntos desde octubre del 2012 --también dentro del margen de error, por otro lado--. Son por lo tanto variaciones poco significativas, que parecen apuntar más bien a una estabilización del apoyo a la independencia, después del periodo de fuerte crecimiento del año 2012.

Lo que sí que sube, en cambio, es el número de contrarios a la independencia, que pasa del 20,7% al 23,4% (+2,7). Es la primera subida en 3 años.

2. El interés por la política es cosa de hombres

El interés por la política en el último año ha aumentado considerablemente y pasa de un 51% de encuestados que el febrero de 2012 manifestaban que les interesaba mucho o bastante a un 58,9% hoy. Nos tenemos que congratular de esta subida, puesto que unos ciudadanos más interesados, que discuten más sobre política o que se informan más, rinden mejor los cuentas con los gobernantes y esto lleva a una mejor democracia.

Pero esta alegría se desvanece un poco cuando comprobamos que las diferencias de interés por la política entre hombres y mujeres todavía son muy grandes. Mientras que los hombres que están mucho o bastante interesados por la política representan un 63,5% del total, las mujeres son sólo un 54,7%. Algunas posibles explicaciones de esta diferencia son la menor socialización política de las mujeres y el menor tiempo disponible que tienen, debido a la persistente desigualdad en la división de tareas de cura y del hogar.

3. Bipolares en el Partido Popular, depresivos en Iniciativa

Los votantes del PP son los más optimistas respecto a las perspectivas económicas de Cataluña; hasta un 41,8%, a más de 10 puntos de distancia de los siguientes, cree que la situación mejorará el año que viene --en contraste con el 8,4% de los votantes de Iniciativa o el 3,8% de las CUP que lo creen-. El escenario cambia radicalmente con respecto a las perspectivas políticas del país. En este caso, los votantes del PP se sitúan entre los más pesimistas de todos los electorados y hasta un 51,2% de los que lo votaron creen que la situación empeorará --los votantes de Iniciativa siguen siendo, a pesar de las perspectivas de su partido, de los más pesimistas--. De hecho, sólo los votantes de Convergència i Unió y Esquerra Republicana --37 y 39%, respectivamente-- se muestran relativamente optimistas respecto al futuro político del país.

4. El futuro, por fin, ya está aquí: internet como fuente de información política

Después de más de una década teniendo que escuchar los gurús anunciando el advenimiento, internet (39,5%) prácticamente ya ha igualado a la radio (40,3%) como fuente de información política. El cambio en poco tiempo ha sido brutal: en 2006 había 30 puntos de distancia con la radio, y hace apenas un año eran 10. Además, entre los más jóvenes (18-34) la radio (27,2%) ya queda muy lejos de una red (57,1%) que incluso supera a la prensa escrita (53,4%). Habrá que ver, pero, si esto realmente supone un cambio en el papel de los medios tradicionales o es sólo un cambio en la puerta de acceso de sus contenidos.

5. Las CUP y la ley de los pequeños números

Si hace unos días el Barómetro del Periódico preveía que las CUP mantendrían sus tres escaños en el Parlamento, hoy el CEO les otorga el doble, seis. ¿Ha pasado algo entre una encuesta y otra que justifique esta variación del 100%? Pues no. Lo que pasa es que para trabajar con números tan pequeños hace falta una precisión quirúrgica que este tipo de herramientas demoscópicas no están en disposición de ofrecer, sobre todo con números no muy elevados de entrevistas --800 en un caso, 2000 en el otro--. La intención directa de las CUP en la encuesta de GESOP era de un 2,3% con un margen de error de la encuesta de 3,5 puntos, es decir, una horquilla que iba del 0 hasta el 6% con una probabilidad del 95% --para el CEO, un +/-2,69 de margen de error y un 4,8% de intención directa--. En estas condiciones, hacer proyecciones de escaños --que implica anticipar qué efectos tendría sobre este voto hipotético la aplicación de un sistema electoral complejo--, supone un doble salto mortal que hay que coger, sobre todo cuando hace referencia a los partidos más pequeños, con todas las precauciones posibles.

Ah, y hablando de las CUP: no sólo hay un grupo de personas que prevén votarla en las próximas elecciones españolas, incluso antes de que la propia organización haya decidido si concurrirá o no, sino que hay un pequeño grupo de personas que confiesan haberlas votado ¡en las anteriores elecciones en el Congreso de los Diputados! Es un número muy pequeño y nada significativo, pero pone de manifiesto las dificultades que tenemos --todo el mundo, no sólo los votantes de las CUP-- a la hora de gestionar correctamente nuestros propios recuerdos.

Artículo de los editores del Cercle Gerrymandering