Thelma Seguí: «Me gusta que aquí sean fieles a su cultura»»

-Viene del norte y del Pacífico. ¿Qué ve si nos mira con una lupa?

-Barcelona ocupa una posición geográfica que siempre me ha interesado. Como arquitecta, que es mi profesión, esta fue una ciudad que siempre quise visitar. Cuando llegué, sentí un vínculo muy fuerte. Quise vivirla, no solo como turista, sino entrando en su movimiento.

-¿Cómo es su movimiento?

-Muy peculiar. Hay una mixtura de culturas que me encanta, y que no es fácil de encontrar en otras ciudades. La mezcla me da paso a ser más creativa.

-Compare Ciudad de México y Barcelona.

-¡Ciudad de México es una locura, me fascina! El ritmo, la forma de vivir, la cantidad de gente y sus historias. Un problema es la manera de desplazarse, que te condiciona mucho. Y aunque haya tanta gente, no la encuentro tan versátil. Barcelona es una ciudad muy de paso, pero cuando te identificas con ella, la estancia se alarga.

-Ciudad de México tiene una larga tradición de acogida.

-La cultura mexicana generalmente abre los brazos a los extranjeros, en contraste con Europa que cada vez cierra más sus fronteras. Pero yo he encontrado una fuerza creativa más potente para mi desarrollo personal aquí que allá.

-Vuelva a poner la lupa: ahora en la cultura catalana.

-Los catalanes tienen una fidelidad hacia su propia cultura que me gusta mucho. Por supuesto, como en todas las sociedades puede haber círculos más cerrados en cuanto a los extranjeros, pero yo siempre me he encontrado gente que está dispuesta a mezclarse y a convivir.

-¿Extraña México?

-No, pero en estos momentos ahí hay un movimiento social muy valioso. La sociedad civil está respondiendo al abuso político con una fuerza y una determinación que me animan.

-¿Cómo vive ese movimiento desde aquí?

-Aquí la comunidad mexicana está muy bien organizada. Realiza marchas, manifestaciones... Vivo aquí, pero no me olvido de allá. Disfruto Barcelona, pero no le doy al espalda ni a mi ciudad ni a mi país.

-Dice que vino a Barcelona a vivir una experiencia europea, ¿siente que está en Europa?

-No es lo mismo vivir en Suiza que estar en Barcelona. Socialmente, España está bastante diferenciada de la economía y de la política de la Comunidad Europea. Eso es lo que está causando lo que vemos ahora. Siento que vivo en el Mediterráneo. Me encanta la comida, el vino, la cultura, la luz, las estaciones.

-Siga.

-Esa una relación personal un tanto romántica. Yo me apellido Seguí, así que cuando llegué me dije: 'Ya estoy un poco en el origen'.

-¿Lo ha investigado?

-No, no sé dónde está el catalán de mi familia, nadie lo sabe... Es una broma que me hago a mí misma

-Si se va, qué se llevará consigo.

-Muchísimo. Aquí he vivido casi tres años y he tenido el tiempo de desarrollarme personalmente. La oportunidad de hablar varios idiomas de manera cotidiana. El tener una visión más amplia. En México, es verdad, hay una riqueza cultural impresionante. Pero es un conjunto de los diferentes Méxicos. Aquí convivo con una comunidad internacional: está África, América, Ásia, Europa.

-Póngame, un ejemplo de esa creatividad.

-Mi casa es como un laboratorio de creación. Con Michele Bajona y Federico Ferrario formamos lo que llamamosLa Concepción, y hemos desarrollado diferentes tipos de proyectos: vídeo, fotografía, pintura, arquitectura. En el 2011 documentamos la Bienal de Arte de Venecia.

-¿Qué más?

-Este año hice la exposiciónDe sensus natura, con mis pinturas y dibujos. También con Céline Pimentel, coreógrafa de El Gran Ballet Europeo y amiga, realizamosLes Vacances de Arachné,un proyecto que reúne varias expresiones artísticas en el que participo con obra gráfica, con el diseño de escenografía y danza. Y en este momento desarrollo un proyecto para el espacio público en el que quiero volver a juntar nuevamente estas disciplinas.

-¿Qué dejaría?

-No me llevaría esta forma de querer manejar el dinero, las reducciones económicas y ni la falta de apoyo a la cultura ni la falta de empleo.