Ideas

Teoría del desnudo

El British Museum exhibe una espléndida muestra sobre el concepto de belleza en Grecia

JUAN VILLORO

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El British Museum exhibe una espléndida muestra sobre el concepto de belleza en Grecia. Las esculturas celebran el cuerpo masculino, no para rendir tributo a los dioses, sino para rivalizar con ellos. Una sección de la muestra se dedica a un magnífico hombre feo: Sócrates. En vasijas y estatuas en miniatura, su rostro de sátiro contempla con deleite la perfección corporal de los atletas. Ante un hermoso efebo en un gimnasio, comenta: Desnudo no tiene rostro.

La significación de la cara perdió fuerza con el arte del desnudo. En cambio, la ropa llama la atención sobre sí misma, pero también sobre las facciones de quien la lleva puesta. En opinión de Sergio Pitol, hay una prenda diseñada para realzar el rostro: el smoking. Su nombre alude al acto de fumar y brinda sobrio soporte a la gestualidad. En los casinos, los croupiers visten de smoking para que se aprecie la disciplinada neutralidad de sus facciones. Max Beckmann solía pintarse con ese atuendo, ideal para que el espectador se concentre, no en la vestimenta, sino en la cara.

Algunos mármoles de la Grecia clásica han perdido el rostro, como si el tiempo pensara igual que Sócrates. Esos torsos excepcionales pusieron nerviosa a la Edad Media. Nuestra época tiene otra forma de ser pacata; no causa escándalo que alguien muestre un cuerpo espléndido, pero los defectos físicos se consideran obscenos. Para vencer esta resistencia, se publicó en México el libro Músculo Corazón, que reúne fotografías de desnudos masculinos de artistas mayores de 50 y busca normalizar el trato con el cuerpo.

Una imagen se aparta de las otras. Artista múltiple, Mario Bellatin ha escrito textos sobre el esplendor y el deterioro del cuerpo. Varios escultores han diseñado prótesis para el antebrazo que le falta y su rostro carismático ha sido copiosamente retratado. Su foto en Músculo Corazón revierte la sentencia de Sócrates. Sentado junto a un perro, mira a la cámara con insólita energía: lo más desnudo de su cuerpo es el rostro. ¿Qué dice? No dice: piensa. Como el cráneo pulido de Beckmann, el de Bellatin denota concentración extrema. Un desnudo mental.

Desde tiempos de Sócrates, desvestirse es filosófico.