Análisis

Teología y geopolítica

PERE VILANOVA

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Quien quiera entender la globalización de este principio de siglo deberá esforzarse en comprender la modernidad de lo antiguo. ¿Cómo puede ser tan de actualidad un conflicto tan viejo como el que enfrenta al chiísmo con el sunismo? Pues porque mezcla en dosis altamente explosivas fines y medios. Por un lado, una ideología de probada eficacia reclutadora y movilizadora de millones y millones de almas, el islam, que es todo menos homogéneo y que está en guerra civil desde el día siguiente de la muerte del profeta. Lo dice la propia tradición musulmana, se llama 'fitna' y es la discordia entre creyentes, la guerra civil dentro de la comunidad. Se trata de un pecado gravísimo contra la 'umma' o comunidad del islam. De hecho, es sabido que la lucha por el liderazgo máximo se ha teñido de sangre y tres de los cuatro primeros califas murieron violentamente por esta razón. Alí, yerno del profeta, fue el cuarto de ellos, y de su muerte nace el chiísmo en sus varias ramas, y la fractura ha pervivido más de mil años. Por tanto, es una vieja historia de cómo la teología y la doctrina religiosa van de una mano con la política y de la otra con la violencia para algo tan simple como quién tiene el poder.

Y de aquí al siglo XXI. Un instrumento tan viejo y de tal eficacia, hoy en día se aplica a las mismas cuestiones pero con los instrumentos actuales. Y no solo se trata de las nuevas tecnologías (que también). Los que tienen mucho poder político, ahora disponen del Estado, de la diplomacia, de las relaciones internacionales, de la Liga Árabe, de la Organización para la Cooperación Islámica o de la propia ONU; es decir, de instrumentos nacionales e internacionales de primer orden. El enfrentamiento de estos días entre Arabia Saudí e Irán tiene ya consecuencias en el Líbano, Irak, Yemen, Bahréin o las varias coaliciones anti-Estado Islámico y debería ser motivo de preocupación en todas las cancillerías del planeta. Pero ahora las consecuencias no se limitarán a quién será el próximo califa.