Apuntes

Teatro para las vacaciones (I): Londres

JOSEP MARIA POU

Por qué confiar en El PeriódicoPor qué confiar en El Periódico Por qué confiar en El Periódico

Este año la Semana Santa viene tempranera: no termina marzo y ya estamos en Pascua. Viene impaciente. Con las luces de adelantamiento puestas. Como si quisiera dejar atrás cuanto antes este invierno de nuestro descontento -¿y van?- para dar paso a una primavera que vete a saber si nos tendrá sin sueño como la de Jardiel, saltarines como la de Vivaldi, o empapados como la de Botticelli. Primavera quiere decir algo así como «el primer verde», el primer verdor. Los brotes verdes, ¿recuerdan? Permítanme que me carcajee. Pues anda que no están verdes todavía los tan sobados brotes verdes.

A lo que iba. La Semana Santa ofrece la posibilidad de un pequeño descanso. De un viaje incluso, para algunos. Para los que tengan la fortuna de salir fuera -dígase Londres, París, Nueva York, Bora Bora o Tombuctú-, aquí van algunas recomendaciones teatrales que centro en Londres en esta primera parte, para extenderme en París y Nueva York la próxima semana.

En Londres, no hay que pensarlo dos veces: bajar del avión y acercarse corriendo al teatro donde reina Helen Mirren -doblemente, como actriz y como Elisabeth II- en una función, The Audience, que cuenta cómo fueron, cómo son y hasta cómo pueden llegar a ser los encuentros semanales de la soberana con sus primeros ministros. Algo absolutamente privado, de lo que ninguno de los dos habla jamás en público, ni en su entorno más íntimo en el caso de los ministros, y que ahora Peter Morgan -autor de aquel Frost/Nixon extraordinario- imagina con libertad para poner en solfa muchas cuestiones. (¿Se anima algún autor de aquí a seguir la pauta? Especulemos: una función sobre los habituales despachos semanales entre Juan Carlos I y Mariano Rajoy ¿sería una comedia, un drama, un sainete, un esperpento, un melodrama, una tragedia?)

También cabe la posibilidad de ver en vivo sobre un escenario a actores y actrices como Judi Dench (Peter and Alice), Rowan Atkinson (Mr. Bean) (Quartermaine's Terms), Rupert Everett (The Judas Kiss) y a otros muchos de los que te dejan siempre con la boca abierta.

En cuanto a musicales, recomiendo: un clásico, A Chorus Line (emocionante); un novísimo,The Book of Mormon (desternillante), y una joya absoluta, Matilda (fascinante, mágico, superlativo).

Al ir o volver del teatro, pararse a comprar un libro: los Diarios de Richard Burton, recién publicados. Una mina.

Y un consejo: dejarse llevar. Leer la cartelera y obedecer al primer impulso. Casi siempre se acierta.