La ficción y la vida real
El teatro no engaña
En el teatro, cuando cae el telón al final del drama, suele haber -hecha la catarsis- un suspiro de alivio. En la vida real, cuando se hace la luz al final de la farsa, no hay sino engañados y engañadores y, mucho peor, vencedores y vencidos
Josep Maria Pou
Actor y director teatral
JOSEP MARIA POU
Cuando, apagadas las luces en el patio de butacas, se ilumina el escenario y empieza la función, el público no se lleva a engaño: sabe que lo que va a ver es ficción y a ella se abandona con más o menos ganas. Cuando sale el actor a escena y afirma ser el Rey Lear, los espectadores saben que no es verdad, que ni el actor es rey, ni se llama Lear, ni tiene reino alguno que repartir entre sus hijas; que, por no tener, no tiene ni corona, si no es de hojalata, ni espada regia al cinto, si no es de cartón. Saben que todo es mentira. Y lo sabe también el actor, que es, por oficio, el mayor embustero del mundo.
Pero los dos –actor y espectador- convienen en el juego del engaño; hay un acuerdo tácito, un contrato previo: los dos jugamos a engañarnos, a creernos la mentira, para poner a prueba, una vez más, nuestra capacidad de imaginación; para vivir, en las horas que dure la ficción, una quimera; para desamarrar, en definitiva, ese caudal de emociones y sentimientos al que gustamos abandonarnos de vez en cuando. El espectador sabe que cuando caiga el telón, al final de la función, los muertos resucitarán y ocuparán su puesto en la fila, junto al resto de sus compañeros, para recibir el premio del aplauso en el saludo final. Y todos, engañados y engañadores, volverán a sus casas felices y contentos.
Pero la vida real no es el teatro. En la vida real se hace cada vez más difícil distinguir la verdad de la mentira. En la vida real no hay acuerdo previo en el engaño. En la vida real hay personas de buena fe dispuestas a comulgar con ruedas de molino y personas (con la misma o distinta buena fe, no me atrevo a negarlo) expertas en la falacia, el doble sentido, la verdad a medias y la trampa en el juego.
En el teatro, cuando cae el telón al final del drama, suele haber –hecha la catarsis- un suspiro de alivio. En la vida real, cuando se hace la luz al final de la farsa, no hay sino engañados y engañadores, capaces e incapaces, humillados y ofendidos, y, lo que es mucho peor, vencedores y vencidos.
- Muere Itxaso Mardones, reportera de Gloria Serra en 'Equipo de investigación', a los 45 años
- Hacienda te devuelve 300 euros si tienes un hijo menor de 25 años y 900 si tienes dos: así tienes que ponerlo en la declaración de la renta
- ¿Llamadas que cuelgan? Así son las robollamadas, la nueva táctica de spam telefónico
- Adiós a los cajones de la cocina: la solución con perchas que puedes colocar en cualquier parte
- Sánchez se plantea renunciar y convocar elecciones tras la investigación a su esposa
- La querella del novio de Ayuso se admitirá a trámite pese a la campaña del fiscal para que sea rechazada
- Pedro Sánchez se plantea renunciar como presidente del Gobierno tras la investigación a su mujer
- El cabecero de madera de Ikea que se ha convertido número uno en ventas por su precio y facilidad de montaje