¡Tatúame a fondo, salvaje!

No es ninguna tontería lo que acaba de proponernos TV-3 bajo el nombre de Cites. Nos invitan a vivir unas pequeñas historias de criaturas que se han conocido a través de páginas web, o aplicaciones de móvil, y se encuentran por primera vez en algún lugar pintoresco, emblemático o sugerente de Barcelona, lo cual también es una sensacional promoción de la ciudad. O sea, que siendo pinceladas de ficción, están tan cuidadas, tan exquisitamente naturales, que parecen una crónica real. Nos ha subyugado en casa la historia que protagonizan Bea Segura e Isak Férriz. Como en aquella balada-bolero de Rubén Blades en la que se cuenta «Ligia Elena la cándida niña de la sociedad, se ha fugado con un trompetista de la vecindad», aquí también hay una muchacha, quizá de Sarrià Sant Gervasi que, creyendo que se ha citado con un abogado, se encuentra con un tatuador aparentemente muy bárbaro, pero que en menos de una hora ella ya acepta que la tatúe hasta el fondo, y de arriba abajo. ¡Ahhh! Contado así podría parecer un sketch de ¡Aquí hay tomate! Todo lo contrario. Hay mucha maestría en esta producción de Carlos Fernández. Además de la excelente interpretación, cuenta con una maestro director, Pau Freixas -y su equipo de guionistas-, que saben crear climas de prodigiosa intensidad. Buen ojo clínico el de Susanna Jiménez, productora ejecutiva de TVC, al haber apostado por Cites. Es una filigrana, aparentemente sencilla, en la que las situaciones fluyan como fluye el agua de un arroyo. Eso es muy difícil de plasmar. Y lo que más nos gusta en casa es que no hay pretensión redentorista o moral. Simplemente, el mundo está lleno de almas que buscan a ciegas el calor de otro ser humano, para que los acompañe eternamente, o para la eternidad de una noche de polvos salvajes. ¡Ahh! Ese enfoque es acertado. Es exactamente el retrato de la realidad. O sea, bravo por esta producción, producción externa, por cierto, esa área que ahora sufre el castigo de una mala planificación de la que no son responsables.

EL 'PRESIDENT', CANSADO .- «No sé si le veo cansado o aburrido», le advirtió Josep Cuní a Artur Mas mientras le entrevistaba en 8TV. Y el president contestó: «Estoy aburrido de la política parlamentaria. Decepcionado de la politiquería. Me fatiga. Me cansa». ¡Ah! En eso tiene toda la razón. El Parlament parece que tiende, cada vez más, al reality barato.