Susana Díaz desencadenada

En la mejor tradición de Ibarra y Arenas, la presidenta andaluza explota el latifundio de la demagogia anticatalana para arañar votos a Podemos

ENRIC HERNÀNDEZ

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La campaña del 26-J pasa de puntillas sobre el conflicto catalán, esa "amenaza independentista" que Mariano Rajoy definó como "el problema más importante" de España. En el debate del lunes, los candidatos apenas dedicaron un par de minutos a tan enojoso asunto, lo que siendo poco ya es más que los vergonzantes 26 segundos con que despacharon la lacra de la violencia sexista. Diríase que Catalunya, enredada como está en la telaraña de eufemismos y dobleces del soberanismo, ya no interesa a casi nadie. Ni siquiera para arrancar votos al adversario.

Merced a esta elipsis, elocuente por cuanto evidencia la ausencia de soluciones, la andaluza Susana Díaz está explotando en régimen de monopolio el latifundio demagógico del anticatalanismo. Entiéndase bien: no es que la baronesa socialista busque brega con el independentismo, sino que exprime con tesón el discurso del agravio comparativo de los andaluces frente a los catalanes, también conocido como catalanofobia.

Si el fin de semana una desencadenada Díaz reclamaba que los votos andaluces no sirviesen para "pagar los privilegios de Ada Colau"Ada Colau, de los cuales no acertó a dar detalles, el miércoles agitó el fantasma de la nonata Hacienda catalana para advertir a sus conciudadanos de que los intereses que pagan a La Caixa, el banco más arraigado en el 'mezzogiorno' ibérico, tributarían solo en Catalunya. Nunca pudo imaginar la entidad financiera catalana que sería utilizada para ligar a Podemos con el independentismo.

Estopa a los catalanes

Se suma así Díaz al ritual que inauguraron los socialistas Rodríguez Ibarra y Bono y los populares Arenas y Aguirre a cuenta del Estatut: cuando las encuestas pintan bastos, la consigna es repartir estopa a los catalanes, venga más o menos a cuento.

Quien pretende erigirse en el bastión socialista de la unidad patria no debería olvidar que, entre las autonomías de régimen común, Catalunya es una de las que más contribuye al bienestar de los andaluces, según los nada sospechosos estudios de Ángel de la Fuente para Fedea. Y que es en Euskadi y Navarra donde la insolidaridad está constitucionalizada, aunque denunciarlo no dé un solo voto.