Gente corriente

Susagna, Max y Lluna: "¿Es que con niños solo se puede viajar a Disneylandia?"

Una familia trotamundos. Para ellos la crisis fue el trampolín para dar el salto a una vida distinta y mejor.

«¿Es que con niños solo se puede viajar a Disneylandia?»_MEDIA_1

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Gemma Tramullas

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En junio del 2010, Max López, Susagna Galindo y su hija Lluna dejaron su casa de alquiler en Barcelona y partieron rumbo a Ecuador con un billete de avión solo de ida. Ocho meses y miles de kilómetros después de viajar por pueblos y selvas de Ecuador, Panamá, Costa Rica y Nicaragua, nada volverá a ser como antes.

-¿En qué momento hacen el clic y dicen: «Nos vamos»?

-Max: Hay unos cuantos momentos, no un gran momento. Yo era comercial en una consultoría jurídica, hasta que me echaron. Todo el mundo me decía: «Pobrecillo, lo superarás». Yo me aguantaba las ganas de reír porque pensaba: «¡Qué bien, me voy de viaje!» Vi claro que era el momento.

-Susagna: Nosotros ya queríamos hacer un viaje de no retorno a la vida que llevábamos. Empezamos a sentir que Barcelona no era un buen espacio para que Lluna se desarrollara correctamente, yo necesitaba un cambio en el trabajo, y a eso se sumó la inestabilidad laboral de Max. Lo sentí como una oportunidad.

-¿Con qué no se sentían a gusto?

-S.: Nos empezaban a molestar muchas cosas de la vida consumista, apresurada y dedicada al trabajo; el no vivir, una manera de vivir que no te deja tiempo para tus hijos, para tu pareja, para lo que te gusta.

-M.: Hemos visto a nuestros padres sufrir y sacrificarse hasta el final y un poco no queríamos caer en eso. No se puede estar siempre trabajando, corriendo arriba y abajo, esperando 11 meses a las vacaciones.

-¿No hay que ser rico para dedicarse a viajar durante ocho meses?

-M.: No somos hijos de empresarios. ¡Llevábamos años ahorrando! Hemos hecho un gasto total en ocho meses, incluyendo vuelos, alojamientos, comida, todo, de casi 12.000 euros. ¿Cuánto gasta al mes una familia en Barcelona? ¿1.000, 1.500 euros?

-O más. Pero cuando la gente tiene hijos más bien se aposenta, ¿no?

-M.: No es casual que hayamos hecho todos estos cambios ahora: Lluna es la clave. Tener una hija fue un punto de inflexión, un renacer; te replanteas muchas cosas, es un momento de reafirmar tus valores, de decidir cómo quieres vivir. El primer objetivo del viaje era pasar largas horas con nuestra hija y verla crecer cada día en un entorno bonito y libre.

-Recorrieron miles de kilómetros. ¿Lluna no se aburría?

-M.: Parece muy de Heidi, pero buscamos entornos naturales donde pudiera convivir con otros niños y jugar entre ríos, prados, árboles y animalitos. Ha visto salir a las tortugas del mar para poner sus huevos en la arena, ha visto monos, mapaches, murciélagos, osos perezosos...

-¡Qué privilegio! Y otros enganchados a Disney Channel...

-S.: Si Lluna va a una casa con tele también se engancha. Disney Channel rompe las alas de la imaginación y pone a los niños en un mundo artificial. Ella tiene su propia fantasía.

-Se acabó el viaje. ¿Y ahora qué?

-M.: El viaje no ha terminado, porque es una ruta real y figurada. La vida es un viaje y los hijos son otra etapa de este viaje. Todos estamos en ruta, aunque te quedes en casa.

-Pero sin trabajo, sin casa, ¿no les da miedo el futuro?

-M.: Cuando faltaba un mes para volver del viaje, salió la oportunidad de hacer demasoversen una granja por cinco meses. Después, espero que hayamos encontrado soluciones. Siempre hay un plan B y la familia nos apoya. No sé si era Picasso quien decía: «Yo no busco, yo encuentro».

-S.: No tenemos tele, leemos la prensa pero no nos dejamos impactar por tanta aglomeración de pesimismo y eso nos ayuda a no entrar en esa inercia de miedo al futuro. No es que te quedes cruzada de brazos, pero crees en lo que la vida te aportará.

-¿Ya habían hecho de masovers?

-M.: No. Igual dentro de seis meses estamos desesperados buscando piso en Barcelona...

-S.: Yo, seguro que no.

-M.: Antes, lo de volver al ámbito rural me parecía una idea un poco utópica de cuatro neohippies. Pero es que rozamos los cinco millones de parados, ¡estos cuatro deberían ser 40.000! No se puede confiar en el Estado ni en la empresa privada. Estamos obligados a ser más autosuficientes, a espabilarnos como sea.

-Del viaje ha surgido la revista digital www.familiasenruta.com.

-M.: Todo empezó cuando buscaba información para viajar con niños y no encontraba nada. Me sentía un bicho raro. ¿Es que con niños solo se puede ir a Disneylandia y aresortscon piscina? Estoy haciendo un poco de caricatura. No pretendemos demostrar nada ni mostrar ningún camino a nadie, solo queremos que www.familiasenruta.com sea un punto de encuentro para las familias.