Al contrataque

Sueños

MANEL FUENTES

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El fracking social frackingcon el que está experimentando nuestra economía está dejando a las capas intermedias absolutamente destartaladas. Sin empleos ni sueldos dignos para el estrato en cuestión, el fracking que pilotan tanto los acreedores como muchos de los supervivientes económicos estruja y saca jugo de lo poco envidiable que queda en esas profundidades. Desahucios para poder revender a un mejor precio los inmuebles. Abusos laborales con la excusa de la eficiencia y la amenaza de la competencia exterior. Emigraciones. Desarraigos. Exclusión y pobreza.

En el paraíso cada vez hay menos gente, pero la que hay vive mejor. El fracking se ha encargado de abrir la brecha para que el cielo ya sea completamente inalcanzable para algunos. De todos modos, en el lodo los malheridos saben reconocerse y cuidarse entre sí. Economía colaborativa. Bancos de alimentos. Trueques. Ayuda social, familiar, vecinal. Humanidad en la trinchera.

Igualdad de oportunidades

Esto es lo que pasa en la superficie. El riesgo es que el taladro del fracking también se haya cargado ese mar de igualdad de oportunidades que deberían ser los sueños. ¿O es que esa punta de acero ha llenado nuestras cabezas de miedo y desasosiego tanto como para que también nuestra capacidad de imaginar y soñar haya sido laminada? Si la tranquilidad y la confianza son el pasaporte para abrir todas las puertas en nuestros sueños, tal vez sí. Lo que sería algo gravísimo, ya que únicamente pudiendo imaginar un futuro lo podremos crear realmente. Y eso es tanto como decir que no solo estamos perdiendo en el hoy, sino que hoy también estamos perdiendo nuestro mañana.

En nuestros sueños no les podemos dejar entrar y para que todos puedan ser realizables habrá que pensar en deshacer yugos y en preservar áreas que ahora mismo están en jaque. Internet nos da la opción a ejercer como una gran conciencia común, y ahora el reto está en preservar la red antes de que también la conviertan en una realidad que no nos guste. ¿Seremos capaces de preservarla antes de que caiga definitivamente en manos de los grandes, que incluso allí quieren aplicar también velocidades de primera y de segunda?

Habrá que agruparse y luchar por las leyes, vigilar a los lobis, implicarnos en la política y exigirnos un mayor nivel para controlar a los que mandan sobre los que deben seguir siendo nuestros intereses y abrir un montón más de trincheras que hemos de conquistar, pero todo empieza por un sueño. Ese que no nos podemos dejar robar ni abaratar. Ese es el reto que tenemos por delante.