El sueño irreal de retener Catalunya en España desde el inmovilismo

JOSE A. RODRÍGUEZ

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Juan Carlos Monedero, número 3 de Podemos, en una entrevista en TV-3, nos alerta que la independencia es un sueño no real, porque llevamos cinclo siglos de aventura en común.

El debate histórico e historicista para justificar una posición política es un argumento típico de los nacionalistas.  Arrastrar el debate de la independencia de Catalunya hacia el historicismo tiene muchos riesgos. Los favorables de la independencia pueden relacionar todos los hechos negativos de nuestra historia de los últimos siglos y relacionarlos con España y al revés, los unionistas pintar todos los hechos favorables a la relación con España. Es un debate estéril, que sólo ayuda a reforzar las cosmovisiones de unos y otros sin aportar nada.

También podemos encontrar diversos ejemplos que nos cuentan otra historia a la que nos explica Monedero. El llevar mucho tiempo "juntos" no ha impedido a muchos pueblos independizarse. Comenzando por los diversos pueblos de Hispanoamérica que cuando se independizaron llevaban 3 siglos de aventuras junto a España, y cuando los pueblos de Cuba Filipinas (intervención de los USA mediante) se independizaron llevaban 4 siglos de aventuras en común.

Pero no solo se trata de antiguas colonias, Noruega estuvo ligada durante 5 siglos a Dinamarca que la cedió a Suecia y siguió unida a esta un siglo más hasta que decidieron en 1905 ser independientes. Islandia fue fundada por colonos escandinavos e irlandeses y estuvo bajo corona danesa desde el siglo XIII hasta 1944 donde esa unión de 7 siglos se decidió por la pura voluntad de los ciudadanos islandeses.

Por eso, los que no somos nacionalistas los debates historicistas nos cansan. Ni somos los mismos catalanes del siglo XV, ni somos islandeses de 1944, noruegos 1905, ni bolivianos, cubanos o filipinos del siglo XIX.

La razón para la no independencia o la independencia no puede sostenerse en elementos históricos e historicistas, sino en la mera voluntad de los ciudadanos de Catalunya, en las ventajas y desventajas actuales a la independencia, en los problemas que no se solucionarían en caso de quedarnos, en las dificultades prácticas que hay que afrontar en caso de decidir ser independientes y en la existencia o no de alternativas lanzadas desde el estado español.

Monedero de hecho debería estar planteando estas alternativas para el encaje de Catalunya y España, debería haber escuchado a Iñaki Gabilondo, arriesgarse y ofrecer una alternativa desde España. En este caso Podemos no es diferente del PP o del PSOE a la hora de ofrecer alternativas para que los cada vez más abandonados y cada vez menos numerosos federalistas puedan mantener una esperanza.

Los catalanes, los que somos independentistas y los que son federalistas, estamos cansados que los únicos argumentos que hacen los partidos políticos que dicen que pueden gobernar España en lugar de dar argumentos para permanecer dentro de España y realizar una oferta seductora nos digan que la independencia es un sueño irrealizable,  nos amenacen con que terminaríamos errando por la galaxia sideral, y repitan esto tan castizo como "que lo que no puede ser no es y además es imposible". Monedero ha perdido una oportunidad para animarnos a participar de lo que se supone que es el proceso de transformación de España que defiende Podemos.

Parece ser que Podemos, además, ha cambiado su opinión respecto al "tema catalán". Tan sólo hace unos meses Errejón, número 2 de Podemos, reconocía que España debería permitir que Catalunya haga un referéndum a la escocesa. Está claro que a Podemos le pasa igual que con su agenda de reformas, dependiendo quien sea el que hable y en qué momento demoscópico se encuentre, dicen una cosa y la contraria.

¿Pero cuál es realmente el sueño irreal? El sueño irreal, es el de Monedero sobre la idea que Catalunya no será independiente si desde España no se realiza una oferta seria. El sueño irreal es asumir que un país donde aproximadamente la mitad de la población ya ha hecho la desconexión de España, pueda retenerse sin que PSOE, PP y ahora Podemos tenga algo más que ofrecer a Catalunya que la simple negación de la independencia y del derecho a decidir. 

Y lo que cada vez es un sueño más irreal es pensar que el tiempo juega a favor de la opción unionista. Incluso entre los federalistas más recalcitrantes se ha activado un tic-tac, una cuenta atrás para esperar esa famosa oferta. Si Podemos también les falla en esto, la independencia pasará de tener una mayoría muy ajustada a ser hegemónica. Y entonces sí que el sueño irreal es pensar que Catalunya no será independiente.